El amor y la naturaleza se manifiestan a través de las pinceladas de Jorge Abner Torres Meléndez, un joven con Síndrome de Down que ha encontrado en el arte el vehículo para  expresar su sentir.

“Me encanta pintar”, exclama con una sonrisa y materiales en mano el incipiente pintor de 24 años, que recientemente celebró su primera exposición en el vestíbulo de la biblioteca “Víctor M. Pons Gil” de la Universidad de Puerto Rico, en Cayey.

“Desde mis ojos” se tituló la compilación de obras que se exhibieron al público desde mediados del mes pasado como parte de la celebración del Día Mundial del Síndrome Down (21 de marzo) por parte de los alumnos y profesorado del Programa de Preparación de Maestros del Programa de Educación Especial del recinto universitario.

La mayoría de las pinturas, según explicó el artista a Primera Hora,  se inspiran en rasgos de la naturaleza.

“Me gusta pintar El Yunque, las montañas, el mar, pájaros, las flores…”, dice al describir algunos de los elementos que protagonizan su obra artística.

Para Jorge Abner y su familia la oportunidad de presentar sus pinturas fue una gran oportunidad de demostrar que no hay límites ni obstáculos cuando hay compromiso con lo que se hace.

“Ha sido maravilloso. Es una experiencia extraordinaria para él y para nosotros como padres porque vemos que el nene ha encontrado una motivación adicional porque la verdad es que después de cierta edad no hay muchos ofrecimientos para estos jóvenes con Síndrome de Down. En el caso de Jorge Abner la pintura ha despertado en él un interés para continuar superándose”, cuenta orgullosa Ivette Meléndez, quien junto a su esposo William Torres han dedicado sus vidas para que el joven se desarrolle de una manera normal.

Sobresale en el área académica

Durante toda su niñez y adolescencia Jorge Abner obtuvo   muchos logros académicos, al extremo que en 2014 se graduó de nivel superior con altos honores.

“Mira todas mis medallas”, expresó el jovencito mostrando un puñado de premios que guarda con recelo.

Pininos en el arte

Según contó Ivette, la incursión de Jorge al fascinante mundo del arte surgió a través de unos talleres artesanales que ofrece el municipio de Las Piedras, como alternativa recreativa y vía de fuente de ingreso para los participantes quienes tienen la opción de tomar clases que van desde pintura, dibujo, mundillo, fotografía digital y arte reciclado hasta confección de sandalias en piel rústica, carteras en piel, velas terapéuticas y jabones.

“Comenzó en octubre pasado y desde entonces no ha fallado sábado tras sábado de asistir a las clases que le ofrece el profesor Alejo Ortiz. Hasta nosotros aprovechamos la oportunidad y cogimos las clases de pintura. Pero ahora nos matriculamos en otro taller que hay de mosaico”, dijo sobre los talleres de los que se puede obtener información llamando al 787- 381-6684 787-308-4454 y 787-716-0011.

Por el momento, Jorge Abner desea continuar aprendiendo técnicas de pintura. Pero no descarta en un futuro cercano explorar otras áreas de las bellas artes como el baile.

“Ese es mi hobbie: bailar”, aseguró el joven a quien le gusta contonear el cuerpo al ritmo de  merengue, salsa y, por supuesto, reguetón. Claro, no cualquier música del género urbano. “Tiene que ser Daddy Yankee”, dijo refiriéndose a su artista preferido.

En Puerto Rico, la prevalencia de nacimientos con Síndrome de Down al nacer es de 14.42 por cada 10,000 nacimientos, según estadísticas del Sistema de Vigilancia y Prevención de Defectos Congénitos de Puerto Rico.