¡Soplaaa!

La temporada de huracanes de este año, que comienza el 1 de junio y se extiende hasta el 30 de noviembre, será una activa,  según el pronóstico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

Esta agencia  divulgó ayer  su pronóstico para esta temporada ciclónica y estableció que hay una probabilidad alta  de que se formen de entre 11 y 17 tormentas tropicales, entre cinco y nueve  huracanes, de los que de dos a  cuatro pudieran llegar a ser categoría tres en la escala Saffir-Simpson.

Pero calma... por ahora. 

Ernesto Morales, perito en el Servicio de Meteorología de los Estados Unidos  en Puerto Rico,   explicó que estos números son una guía, que  no establece si  seremos o no azotados.

“Esta perspectiva del trópico se hace para tener una idea de cuán activa o inactiva va a estar la temporada de huracanes, pero realmente para el puertorriqueño esto no significa nada”, dijo ayer Morales a Primera Hora.

El meteorólogo  detalló que este pronóstico no especifica dónde se van a formar esos sistemas, por lo que es imposible saber si alguno nos afectará.

“Solamente toma uno para que sea un año activo”, declaró al recordar que en 1992 la temporada fue “bien tranquila”, pero se formó el huracán  Andrew, que azotó sin piedad el sur de la Florida.

Igualmente, Morales especificó que en la hiperactiva temporada de huracanes del 2005, en la que se rompió el récord de formación de tormentas, ninguno se acercó a nosotros.

Lo importante para el científico es que el pueblo esté preparado.

“Nosotros sufrimos daños de inundaciones y deslizamientos, aunque sea una onda tropical fuerte... Ese pronóstico (de la NOAA) no cubre este tipo de evento. Lo importante es estar siempre preparados”, manifestó.

Según la NOAA, los factores que influirán esta temporada de huracanes  serán un débil o inexistente fenómeno de El Niño, temperaturas más cálidas en el mar  y pocos vientos cortantes.

Del mismo modo, estos factores influirán en que tengamos condiciones normales para estas fechas, lo que significa que el polvo del Sahara estará presente hasta mediados de julio y luego aumentará la llegada de ondas tropicales.