Las risas, la música y los bailes de unos 400 niños y jóvenes participantes del Boys and Girls Club de Puerto Rico colmaron el jueves el salón San Gerónimo del hotel Caribe Hilton, en San Juan, donde compartieron un banquete de Acción de Gracias para celebrar los logros del año del programa.

Los participantes han encontrado en la organización un espacio para desarrollar sus talentos y la actividad fue una oportunidad para exponerlos. Número musicales de bomba, plena, bailes en zancos y dramatizaciones ocuparon la agenda durante toda la mañana en el salón que estuvo decorado con globos de colores y en el que no hubo ni un momento de silencio.

Uno de los que tenía mucho para agradecer era el joven de 18 años Ángel Santiago, del club del residencial Torres de Sabana, en Carolina, donde ha sido reconocido como Joven del Año. Llegó a la organización cuando tenía 13, desinteresado, violento y abusador con otras personas, según se describió. Ahora, se considera un líder servicial que obtiene satisfacción al ayudar a otros.

“¿Qué recibí? Amor. Yo digo que eso fue lo que me transformó. Es por lo que tengo que agradecer hoy”, dijo el joven que tuvo a su cargo la invocación antes del almuerzo de Acción de Gracias.

Ángel también les agradece a los miembros del club su solidaridad cuando hace poco más de un año fue diagnosticado con esclerosis múltiple y quedó sin habla por un tiempo. Ya recuperada el habla, pero en batalla constante contra la enfermedad, es estudiante de tecnología automotriz en el Recinto de Humacao de la Universidad de Puerto Rico.

Como él, Néstor Márquez y Luz Quijano también sienten que le deben a la organización el apoyo y la orientación que necesitaban para comenzar una carrera universitaria. Néstor, del club del residencial de Ramos Antonini, de San Juan, es estudiante química industrial de la UPR de Humacao, y Luz, del club de Torres de Sabana, estudia ingeniería mecánica en aviación en el Instituto Tecnológico de Puerto Rico.

Para el director ejecutivo de la organización, Eduardo Carrera, el banquete que les regaló el hotel Caribe Hilton, servido en vajilla y cristalería, para la actividad que se celebra desde hace 24 años, es una manera de continuar una tradición y hacer que estos jóvenes se sientan especiales.

“Nosotros trabajamos con jóvenes y niños de mucha desventaja en Puerto Rico y, dentro de eso, ellos tienen muchas historias por las cuales dar gracias”, acotó Carrera. “Cuando ellos ven que otras personas hacen un alto y vienen y les hacen sentir que son importantes, reciben energías para seguir haciendo lo bueno que están haciendo”.

Se trató de un menú preparado por el chef Mario Ferro, que incluyó, además del tradicional pavo, arroz con cebolla y tocineta, ensalada, jugo de “fruit punch” y una variedad de postres para escoger.

El cantante y timbalero de salsa, jazz y música urbana, Pirulo, participó durante su adolescencia de algunas de las actividades del Boys and Girls Club de Puerto Rico y no lo pensó dos veces cuando lo invitaron a compartir con los jóvenes.

“Quiero que se queden con el mensaje de que pueden llegar lejos, que el miedo no es una opción. Hay que creer en uno”, les dijo antes de entonar el coro de su éxito musical, “un poco loco, pero feliz” con el grupo de bomba de Loíza.

Mientras, Gerardo Rivas, uno de los integrantes del grupo NG2, también pasó a dejarles a los jóvenes su mensaje de ánimo, de que busquen alternativas para ganarse la vida en actividades que les hagan felices y ayuden a otros.

Además llegaron al evento la presentadora y actriz, Alexandra Malagón, miembro de la Junta de Directores de la organización; la secretaria de la Familia, Idalia Colón, y el presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Perelló.