La falta de nombramiento de un director en propiedad no afectó el inicio de clases en la escuela elemental Román Baldorioty de Castro, de Guaynabo.

Desde temprano, los pequeñines llegaron a la escuela evidentemente emocionados con sus bultos y uniformes nuevos en los que posiblemente con el pasar de las horas dejarían sus huellas como resultado del juego.

“El personal de la escuela ha trabajado constantemente para tenerla así”, dijo Fiol Custodio, supervisora de español que ayer estaba al frente de la escuela en lo que llegaba el nuevo director, lo que se supone que suceda esta misma semana.

Las puertas de los salones estaban adornadas con letreros que les daban la bienvenida a los niños. En cada puerta había una lista de los nombres de los niños que componían el salón.

El único problema que aparentemente tuvieron que enfrentar fue con una colmena de abejas, pero se resolvió el martes.

A varios pasos, en la escuela Mariano Abril, el panorama era totalmente distinto. Allí no se dieron clases.

La procuradora del Ciudadano, Iris Miriam Ruiz, hizo un operativo en la mencionada escuela y encontró la mitad de los salones sin electricidad, un acceso peatonal que no cuenta con los pasamanos requeridos, cero instalaciones deportivas, así como ramas caídas que podrían representar un peligro.

“Culminado el operativo y el informe con los hallazgos en todas las regiones, requeriremos una reunión de inmediato con el secretario de Educación para que nos presente el plan de corrección de las fallas denunciadas”, comentó Ruiz.