Guayama. A Lauder López Peña le encantaba jugar baloncesto, pero jamás se imaginó que un simple intento de donquear la bola lo llevaría a la muerte el pasado sábado.

El joven adulto de 22 años falleció cuando un canasto de acero de la cancha del barrio Guamaní en Guayama, cayera sobre él luego que el tubo que lo sostenía se partiera inesperadamente.

Su padre, Hernán López, recordaba ayer con tristeza la calidad de ser humano que era su hijo mayor, quien pronto se graduaría de ingeniería eléctrica.

“No existen palabras para describirlo, era muy especial, un gran hijo”, comentó el padre, un comerciante cubano establecido en la Isla hace 20 años.

Agregó que su hijo salió el sábado a una fiesta junto a unos vecinos y esa fue la última vez que lo vio con vida.

Sobre el trágico suceso dijo no tener muchos detalles, solo lo que algunos conocidos le han comentado.

Narró que su hijo fue a la cancha a jugar baloncesto con un niño que estaba en la fiesta y en medio de una jugada ocurrió el incidente.

Indicó que el menor que lo acompañaba no vio cuando el tablero de acero cayó sobre Lauder sino hasta segundos después que escuchó el ruido y lo observó en el piso.

“El era loco con el baloncesto, era un joven alegre”, mencionó López.

Sostuvo que no tan solo la familia está devastada, sino amigos de la comunidad y compañeros de la Universidad Politécnica donde estudiaba.

A pesar del dolor que le embarga, el hombre dijo estar tranquilo porque está seguro que su hijo vivirá en muchas personas, ya que fue donante de órganos.

Por su parte, Antonio Peña Falcón, tío del joven cubano, resaltó las cualidades que siempre distinguieron a su sobrino.

“Lauder no sabía decir que no, su único vicio era jugar baloncesto”, dijo.

El tío señaló que el tubo que cayó sobre el joven estaba corroído y que la pintura podía disimular bien su deterioro.

Al mismo tiempo, solicitó que el Gobierno inspeccione todas las instalaciones deportivas, en especial las canchas, muchas de las cuales solo se les da mantenimiento estético y de ornato.

Lamenta la muerte

El alcalde de Guayama, Eduardo Cintrón, lamentó mucho la muerte de Lauder, a quien describió como un joven prometedor y aseguró que la cancha no estaba en abandono porque se le da mantenimiento regularmente.

Explicó que la estructura fue construida hace más de 20 años y que actualmente es utilizada con frecuencia por los residentes de la comunidad Guamaní.

“Era insospechado que pasara algo como eso, el tablero no tenía signos de alguna deficiencia”, destacó que alcalde.

De igual forma, informó que tanto esa cancha -como todas las que hay en su municipio- son atendidas por personal de Recreación y Deportes y que de haberse detectado algún problema se hubiese ordenado su cierre inmediato.