Sabana Grande. – “Encendí un velón, lo puse en un platillo y me eché a dormir”.

Félix Santiago Quiñones, de 44 años, caminaba sin camisa, descalzo y exhibiendo las gasas que cubrían las quemaduras leves que sufrió luego que la residencia de madera y cemento donde vivía con su mamá y un hermano se quemó totalmente a causa de una vela.

El incendio se reportó alrededor de las 3:30 a.m. en el Residencial La Torre, antiguas parcelas Villa Loíza, en este pueblo del suroeste, donde la lluvia ha sido el mayor efecto causado por el paso del huracán Irma.

“Pa’ mí que fue el viento”, continuó Santiago Quiñones sobre lo vivido esta madrugada mientras se encontraba solo. La mamá, Luisa Quiñones Torres, y uno de sus nueve hermanos, Miguel Santiago Quiñones, pernoctaron en la casa de un familiar, ubicada en la misma calle.

Santiago Quiñones despertó por el “calentón” y enseguida se percató que las llamas estaban sobre él, cubriendo las planchas de zinc que le servían de techo. Logró salir de la casa tumbando dos paredes de madera y recibió la ayuda de los vecinos que lo llevaron a un dispensario del municipio.

Miguel Santiago Quiñones, quien es paciente renal, no salía del asombro por la pérdida de la que fue su casa por 42 años.

“No sé ni explicarlo. Esta ha sido mi casa toda mi vida”, dijo con tristeza.

“Esta casita fue un alcalde que se la dio para Hugo (huracán 1989) a mi mamá”, compartió Santiago Quiñones en momentos en que la hermana mayor, Virgen, llegaba a ver lo sucedido.

Fue ella y su hija quienes le informaron a la mamá sobre el incendio.

“Ella siempre ha estado apegada a esas paredes”, expresó. “Esa nevera (señaló), recién la había terminado de pagar”, agregó Virgen Santiago Quiñones.

Las pérdidas de la casa, de tres cuartos, un baño, sala, comedor y cocina, se estiman en $40 mil. Igualmente se perdió un vehículo, modelo Hyundai.