Ponce.  Por años los vecinos del sector Los Ausubos del barrio Machuelo Arriba sentían que su comunidad estaba olvidada y que los problemas no se atendían adecuadamente por parte del gobierno.

Fue así que unieron esfuerzos, acudieron al Municipio y desde hace seis meses formaron una junta comunitaria que ha transformado su comunidad.

“Veíamos cómo se iba deteriorando el entorno, nos unimos y lo pusimos bonito”, comentó María Cristina Rodríguez, miembro del comité de ornato.

Esta señaló que la iniciativa sirvió también para que los residentes se conocieran más, compartiendo en familia y ayudando a los más necesitados.

Además del comité de ornato, que cuenta con 15  personas, crearon un comité para actividades, recreación, seguridad y  fondos.

“Queremos reconocer que Ponce tiene un barrio hermoso lleno de gente linda”, mencionó José Hernández, presidente de la Junta.

Agregó que hacer algo por su barrio estaba en el corazón de cada persona y que desde el primer momento la cooperación ha sido masiva, todos celosos con su espacio rodeado de las montañas de Ponce.

Indicó que tras la aprobación de la oficina municipal de juntas comunitarias, el Municipio les donó las pinturas, coordinaron recogido de escombros en el que todos los vecinos participaron, limpiaron la quebrada y la Autoridad de Energía Eléctrica realizó desganche de ramas.

Durante los eventos de limpieza los vecinos utilizan sus propias herramientas y trimmers para limpiar las áreas verdes.

“Nos sentimos orgullosos de nuestro barrio, la gente llega y se sorprende a verlo tan bonito”, destacó Luis Matos, otro de los vecinos.

Entre los planes a corto plazo estos dijeron que construirán jardines para darle vida a las calles. 

Estos agradecieron también la aportación y ayuda de comerciantes de la comunidad.

Sin embargo, estos vecinos quisieran poder hacer mucho más por su comunidad y reconocen que la situación económica es difícil. 

Añoran poder tener un centro comunal donde puedan hacer sus fiestas familiares y otras actividades. 

\Actualmente el centro que utilizan está en la urbanización Las Monjitas, la que está apartada de sus residencias. Si no pueden tener un centro comunal desearían que la cancha fuera techada para así realizar los eventos en el lugar.

Otro de los problemas que más preocupa a los vecinos es las malas condiciones en que se encuentran varios tramos de la carretera, pues es la única vía de entrada y salida al sector.

“Entendemos que el gobierno no cuenta con todo lo que necesitamos y agradecemos la ayuda que nos han brindado”, comentó Matos.

Con los cambios en el embellecimiento de la comunidad los vecinos cuidan celosamente cada rinconcito y velan para que personas ajenas no lleguen a dañar el barrio arrojando basura o vandalizando el área.

“Cada residente se encarga de mantener limpios los alrededores de su casa, así todos dan el ejemplo”, señaló el residente Frankie Alvarado.

De igual forma, invitaron a unirse a otros vecinos para que de una forma u otra aporten y contribuyan a que el sector se sigan manteniendo tan bonito. 

Los residentes hacen ventas de flanes, bacalaítos y donas para recaudar fondos para futuras actividades.

“Los vecinos han hecho una labor extraordinaria”, expresó el presidente de la junta comunitaria.