La aventura al visitar la Laguna Grande en Fajardo va más allá del orgullo de visitar una de las tres lagunas bioluminiscentes de nuestra isla. Envuelve disfrutar de un trayecto donde el asombro ante la belleza natural, seguramente mantendrá ocupada tu atención.

Ciertamente, ir de noche para observar el mayor encanto de este cuerpo de agua tiene que ser una de tus prioridades a la hora de establecer destinos turísticos (en esa lista también deben figurar la bahía bioluminiscente de La Parguera, en Lajas, y Bahía Mosquito, en Vieques). Pero conviene saber que visitar la Laguna Grande no tiene que limitarse a un horario nocturno.

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Para empezar, la vista a las Croabas desde el punto de partida a la laguna, con los paisajes del mar, sirven de preámbulo de la belleza que te espera en el trayecto de día.

Para ir a la laguna en kayak, el trayecto comienza a la orilla de la ensenada. De ahí, nos dirigimos hacia el canal mientras vamos dejando atrás la vista de las embarcaciones que nos encontramos en la ruta. A la entrada del canal, todavía sobre aguas cristalinas, nos recibe la quietud y la sombra de un túnel creado por las ramas entrelazadas de los mangles que descansan en ambas orillas. A partir de ahí, tomará alrededor de 20 minutos llegar a la laguna.

“El manglar es importante para el ecosistema y la bioluminiscencia (de la laguna)”, explicó Luis Méndez, de Yokahu Kayak Trips. “Es el encargado de filtrar el agua. Absorbe el agua dulce con los nutrientes, y sudan la sal por pequeños poros que tienen sus hojas”, detalló el guía, quien hace 16 años ofrece excursiones a la laguna.

Qué verás: En la ruta, se divisan las especies de mangle blanco, negro, rojo y el de botón (nombrado así por la forma de sus semillas).     

Entre las aves comunes que visitan el área está la yaboa, los pelícanos, la garza blanca, el garzón y el martinete.

En las raíces de los mangles, es común ver las especies de cangrejos violinistas, jueyes zambuco y el juey común.

Una vez en la laguna, a lo lejos se divisa El Yunque, así como el faro Las Cabezas de San Juan, construido en 1880, y el segundo más antiguo de Puerto Rico.

Para los que prefieran ir en la noche, la mejor temporada para divisar la bioluminiscencia son los meses de junio, julio y agosto. “Mientras más cálida el agua, mejor”, enfatizó Méndez. En la laguna, tienen la opción de lanzarse al agua para un chapuzón.

Consejos: Utilizar protector solar y repelente de mosquitos. El tramo demora alrededor de una hora (ida y vuelta), por lo que tomar abundante agua para estar hidratado es imperante. El uso de salvavidas es compulsorio. Para realizar el trayecto, los menores deben tener 6 años de edad o más. 

Contacto:  Yokahu Kayak Trips, 787-604-7375; www.yokahukayaks.com

Dirección: Las Croabas, final de la carretera 987, en Fajardo