ORLANDO, Florida – En cuanto palpó la magnitud de los daños, Roberto James Murray IV abordó un avión desde Seattle y llegó a Florida con un solo plan: ayudar en lo que fuera para apoyar a la tierra en donde nació hace 24 años, aun cuando su padre es de Hawái y su madre de Brasil.

Compró un pasaje de ida “porque estaré aquí el tiempo que sea necesario”,  y de sus ahorros pagó el alquiler de cinco camiones de 26 pies de largo a bordo de los cuales se han colocado cientos de cajas de agua, comida no perecedera, artículos de aseo personal y otros cientos de artículos.

“Empecé a mirar fotos y videos en Facebook y reconoció lugares de Puerto Rico que visitaba cuando me criaba allí…Río Piedras, Cayey, Caguas….La isla del encanto ahora luce destruida y eso me rompió el corazón. Entonces hablé con mis padres y les dije que tenía que ayudar y ellos estuvieron de acuerdo en que un representante de nuestra familia dijera presente”, dijo el joven que intercalaba en español con el inglés.

Contó que su padre es un filántropo que está a cargo de una entidad sin fines de lucro en Arizona y le dio el visto bueno para esta misión.

“Me entristeció tanto lo que vi que tenía que hacer algo”, dijo el joven quien trabaja en mercadeo y fotografía. “Pero, Puerto Rico, hay que seguir pa’lante”, dijo.

Roberto ha estado colaborando específicamente en la zona de Miami donde decenas de voluntarios puertorriqueños han armado un operativo de recolección de artículos de primera necesidad para enviarlos a Borinquen lo antes posible.

Los cinco camiones cuyo alquiler donó Roberto ya están casi llenos y su contenido se llevará a un almacén en Miami. Parte saldrá en avión y el resto en una barcaza, expió Liza Marie Zayas Cañizares, una de las voluntarias puertorriqueñas que colabora en esta iniciática.

“Roberto nos ha robado el corazón pues sin protagonismo ha trabajado en todo lo que le hemos pedido sin decirle no a nada. Es puntual, trabajador y con una actitud increíble que dije mucho de los jóvenes de su generación”, dijo.