Vega Baja. Un buen pincho de pollo, cerdo o hasta de marlin es sin dudas una de las comidas favoritas de los puertorriqueños a la hora de salir por ahí a chinchorrear. Pero, ¿se atrevería usted a probar uno hecho con carne de caimán?

Pues sepa que esa es la oferta culinaria que encontrará si va de paseo por la zona costera de la Ciudad del Melao Melao. En el barrio Guarico vive Miguel “Cheo” Vizcarrondo Alicea, un experto cazador de caimanes que le saca provecho hasta a la última fibra de estos reptiles.

Desde hace 40 años, Cheo se ha dedicado a atrapar a estos peligrosos animales que se pasean por el patio de su casa, especialmente cuando hay mucha lluvia. A pesar de que no es el único que se atreve a meterle mano a estos temidos ejemplares, sí es de los pocos que les mete el diente para saborearlos.

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El intrépido hombre de 67 años, junto a su esposa Dalia Barroso Mendoza, de 60, llevan años experimentando en la cocina con la carne de caimán. Dijo que la probó por primera vez cuando para la década de los 70 conoció a unos militares que llegaron a un negocio que atendía en la carretera PR-687 y estos le contaron las cosas que hacían para sobrevivir en los tiempos de guerra.

“Me dijeron también que allá en Vietnam y esos países era normal comer caimanes”, señaló.

De ahí surgió el negocio de cazar los saurios y vender su carne, según explicó.

Hoy día, Cheo continúa cazando reptiles y su esposa es quien los prepara en pinchos o pastelillos para la venta. Para él no es cosa fácil poder atrapar estos animales.

“Cuando uno los trata de coger ellos se ponen a la defensiva y siempre tratan de morder a uno o darle con la cola”, dijo, al confesar que ha sido mordido en varias ocasiones, aunque no ha sido víctima de ataques graves.

“Hay que ir de noche, con un lazo y una linterna para alumbrar y ver los ojos, que se le prenden como a los gatos”, indicó.

Según dijo, un caimán promedio puede dar hasta 15 libras de carne blanca que en su mayoría proviene de la cola del animal, y tiene un aspecto muy parecido al pollo, a pesar de ser un poco más gruesa.

“Es el mismo proceso para cocinar, como si fuera pollo u otra carne. La carne se limpia y se adoba a gusto, pero hay que limpiarla bien para quitarle el sabor a marisco”, dijo por su parte Dalia, al explicar que los caimanes se alimentan mayormente de crustáceos y peces, aunque también comen aves y otros animales.

¿Y qué otras cosas se pueden preparar con la carne de caimán?, le preguntamos.

“Yo hago empanadillas, pinchos, nuggets, fricasé, escabeche, asopao… todo, como si fuera pollo”, reveló la mujer, a quien conocen como “La Caimana”.

“Muchacho, pa’ las navidades del año pasado hicimos un sancocho, le echamos un montón de mariscos y carne de caimán. Hubo gente se que comió eso y hasta se marearon porque estaba cargadito”, recordó entre risas su esposo.