Habría que legislar.

Contrario a países como Inglaterra, Francia, Dinamarca o Canadá, donde las bebidas energizantes están prohibidas, o al menos reguladas haciendo la advertencia sobre su contenido y sus efectos, incluyendo los riesgos que conlleva mezclarla con bebidas alcohólicas, en Puerto Rico se requeriría legislación para prohibir la venta a menores de edad.

Así lo expuso la administradora auxiliar de Prevención y Promoción de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca), Julia Delgado, quien indicó a PRIMERA HORA que no tienen datos reportados sobre el incremento de esta modalidad de bebidas que tienen un efecto directo sobre el sistema nervioso y cardiaco.

“La venta es legal. Pero, por problemas surgidos y contraindicaciones en Inglaterra, por ejemplo, tienen una advertencia del alto contenido de cafeína. En Francia y en Dinamarca está prohibida. En Canadá se le agregó la advertencia de que no es para niños ni mujeres embarazadas”, Delgado.

“Se advierte sobre la cafeína y el riesgo de mezclarla con alcohol. En Estados Unidos no se ha prohibido. Aquí habría que legislar”, agregó.

Delgado explicó que cuando se dice que una persona tiene .02 o .08 por ciento de alcohol en la sangre lo que implica es que hay una concentración de alcohol en el cerebro.

“Lo primero que se adormece es la parte central que controla los impulsos de las personas para tomar decisiones adecuadas y es bien inquietante porque parte de los riesgos es que es la parte que controla la conducta que le advierte: 'Ten cuidado, te puede pasar algo, te pueden echar otra cosa'”, explicó Delgado.

El neurólogo Julio Calcaño comentó que el problema con las bebidas energizantes es que tienen varios estimulantes. “Estos jóvenes no se toman un poquito, se toman cinco o seis. Pueden ocurrir cambios de personalidad, espasmos en las arterias del cerebro, arritmia cardiaca, desorientación, confusión. Si lo mezclas con alcohol va de forma más acelerada al cerebro y hay que ponerle coto a eso”, advirtió el galeno.

El psiquiatra Alfonso Madrid indicó que las bebidas tienen un alto contenido de estimulantes, además de la cafeína, como es el guaraná y el ginseng.

“Lo mezclan con alcohol y azúcar, cuando te metes esa bomba sube la presión. Si lo combinas con alcohol, que te tiende a deprimir y le pones azúcar... Te sube la presión, te da hiperactividad, luego te pone hipománico, mucha energía, inquieto, te intoxicas con alcohol y te mueres”, dramatizó.

Especialistas consultados por este diario indicaron que entre los efectos inmediatos y a largo plazo del consumo de esta mezcla figuran el insomnio, la hipertensión, arritmia, alteración en los niveles de azúcar, problemas hormonales, daños cerebrales, problemas renales y debilitación del sistema inmune.