La comunidad científica ve con buenos ojos la incursión en la energía océano termal (OTEC, por sus siglas en inglés), a juzgar por dos expertos que aplauden que se integre a los esfuerzos y promesas de una transformación energética.

El oceanógrafo Aurelio Mercado, profesor de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez (RUM), afirmó que el proyecto de parque tecnológico de OTEC y uso de aguas profundas “lo veo con buenos ojos”. 

“Allí en Punta Tuna te mueves a un kilómetro de la costa y ya tienes aguas bien profundas. Eso trabaja que mientras más grande sea la diferencia de temperatura, más eficiencia para producir energía. Y la ventaja es que lo podemos hacer tan cercano a la orilla. Creo que como planta piloto se puede tratar”, comentó Mercado. 

“Al hacer esto estás en armonía con los deseos de crear miniredes. Una vez se verifique, es posible, se puede hacer en otros lugares de Puerto Rico. Podría ser también en el norte que no tiene casi plataforma (marina)”, opinó el científico. “Para Vieques sería fantástico, podría independizarse la isla del resto (del archipiélago)”. 

“Y si empiezan a cultivar con esas jaulas gigantescas, sería muy beneficioso para criar peces. Así que, ¡enhorabuena!”, insistió Mercado. 

El experto elogió además la tecnología OTEC como una que “desde el punto de vista ecológico, es de las menos dañinas”, aunque destacó “siempre habría algunas objeciones, como dónde van las tuberías hay arrecifes”. 

El doctor Jorge Capella, especialista en ciencias marinas, coincide en alabar la tecnología OTEC, aunque reconoce que su opinión está “un poco prejuiciada”, pues es de los pioneros en estudiar el tema en la Isla. 

“Desde los años 70 estudiamos eso. Estuvimos dos años estudiando las aguas y su potencial. El recurso es bien conocido y disponible”, afirmó Capella. “En mi punto de vista personal, estoy totalmente de acuerdo” en usarlo.

El científico agregó que “quisiera mucho que OTEC se desarrollara”, pero expresó reservas con “el ambiente regulatorio”, pues existen ciertas preocupaciones con toda el agua que se extraería del mar y el efecto ambiental que podría tener al devolverla. 

“No estoy diciendo que sea negativo, pero las agencias a veces se trancan porque no hay referencias al respecto”, dijo Capella, agregando que OTEC por sí solo quizás no fuera el problema, pero habría que ver el efecto acumulativo que podría tener en arrecifes de corales, praderas marinas y el ambiente marino en general.

No obstante, reiteró que, comparado con otras formas de obtener energía eléctrica, OTEC “es más ecoamigable”.