Las autoridades esperan que temprano en la madrugada de mañana, miércoles, se reanuden vuelos desde Puerto Rico hacia Nueva York y la costa este de los Estados Unidos, que han sido cancelados este martes, debido al paso de una intensa tormenta de nieve por esa región.

El gerente general del Negociado de Aviación de la Autoridad de los Puertos, Rolando Padua, informó, además, que se espera que mañana, miércoles, transcurra como un día normal en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín y otros en los que fue preciso suspender vuelos debido a la tormenta Juno.

“Los pronósticos apuntan a que no se estarán cancelando los vuelos que comienzan mañana en la madrugada”, indicó Padua a este medio.

Sin embargo, no descartó que puedan surgir retrasos en las salidas de vuelos desde Isla Verde o en los aeropuertos de Ponce y Aguadilla, donde también despegan aviones comerciales en ruta a Nueva York y otras ciudades donde todavía impacta la tempestad gélida.

 “Mañana debe ser un día con bastante normalidad, quizás con algunos atrasos”, añadió el funcionario de la Autoridad de los Puertos.

Padua señaló que en la costa este de Estados Unidos podrían cancelarse alrededor de unos 587 vuelos mañana, miércoles, debido a los efectos de Juno.

El fenómeno atmosférico provocó este martes 4,750 cancelaciones de viajes en aeropuertos de Estados Unidos, y unas 2,666 ayer, lunes, detalló Padua.

Mientras, en Puerto Rico, el número de vuelos afectados este martes fue 35, entre ellos, dos con salida desde el Aeropuerto Internacional Rafael Hernández, en Aguadilla, y uno desde el Aeropuerto Internacional Mercedita, en Ponce.

De esos 35 vuelos, 19 se dirigían al Aeropuerto John F. Kennedy, en Nueva York; cinco al Aeropuerto Boston Logan, en Boston; y dos al Aeropuerto Newark Liberty, en Nueva Jersey, mencionó.

La tormenta Juno se ha descrito como una de las peores que ha afectado la costa este de los Estados Unidos. El fenómeno ha generado vientos de hasta 62 millas por hora y olas de hasta 20 pies.

El sistema afecta principalmente las zonas costeras, con acumulaciones de 21 a 30 pulgadas de nieve en varias ciudades de Massachusetts. Además, localidades como Hampton, en Connecticut, y Long Island, en Nueva York han sido afectadas de forma severa por la tormenta.