La controversia por el cambio de color a negro de la bandera de Puerto Rico en una puerta de un edificio de la calle San José, en el Viejo San Juan, tomó un nuevo giro cuando anoche fue pintada nuevamente en un acto que apunta a vandalismo.

A la monoestrellada le pintaron en el medio uno círculo rojo, con lo que aparenta ser una "A" de anarquía, y en el escalón colocaron unas velas con una foto del arte original.

No obstante, para el custodio de la edificación los hechos son bienvenidos a la metáfora de que el país está de luto por la aprobación en el Congreso del proyecto de ley (Promesa) que impone una Junta de Control Fiscal ante la monumental deuda.

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“No nos ofende lo que está pasando”, escribió a primerahora.com el hombre, quien prefirió estar bajo anonimato.

“Son las expresiones emocionales diversas de gente afectada que se siente identificada con esa bandera en la puerta. El fenómeno es interesante. Qué bueno que se estén expresando y se está documentando el proceso. A ver si habrá cambio de verdad en nuestro país y no solamente la bandera pintada en una puerta. Recuerde que el país se ha vandalizado”, agregó.

Durante la mañana, la puerta fue devuelta a los colores de luto. 

El cambio a negro en el proyecto artístico, que se convirtió a través de los años en un punto para que los turistas y locales se tomaran fotos, causó un revuelo en las redes sociales en contra y a favor.

El jueves, el grupo denominado Artistas Solidarixs y en Resistencia, creadores de arte, emitieron una carta abierta donde explicaron las razones de la nueva propuesta.

“En la actualidad el triángulo representa las tres ramas del Gobierno: ejecutivo, legislativo y judicial. Las tres franjas rojas simbolizan la sangre que da vida a estos poderes. Las leyes, los gobernantes y los tribunales, hasta este momento, no han servido a los intereses del pueblo. Reemplazar con color negro (que es la ausencia de luz) crea nuevas lecturas. La nuestra es una propuesta de resistencia, no es pesimista, al contrario, habla sobre la muerte de estos poderes tal cual los conocemos, pero la esperanza sigue ahí representada en las franjas blancas que simbolizan la libertad del individuo y su capacidad para reclamar y hacer valer sus derechos”, reza el escrito.