El paso de una fuerte onda tropical por la Isla en horas de la madrugada y la mañana del hoy viernes causó numerosas situaciones que trastocaron la vida diaria, desde inundaciones y caída de árboles, hasta interrupciones del servicio eléctrico. La mitad este de Puerto Rico se llevó la peor parte. Afortunadamente, no hubo reportes de personas heridas ni evacuadas, ni tampoco de daños materiales de gran envergadura, según confirmó la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Aemead).

“Hubo muchas inundaciones, pero no hubo ninguna emergencia grave con ninguna persona. No hay reportes de heridos ni nada”, comentó en horas de la tarde Beatriz Díaz, directora de prensa de Aemead, agencia que movilizó a su personal desde temprano en la madrugada.

“Todavía se están trabajando situaciones de árboles caídos y un derrumbe”, explicó la oficial, quien agregó que tampoco tenían reportes de refugiados.

Las lluvias provocaron el cierre de carreteras, por inundaciones y obstrucciones de las vías. La autopista Luis A. Ferré tuvo que ser cerrada por algunas horas entre Salinas y Cayey, por causa de un árbol que cayó sobre el pavimento. Mientras, los municipios de Luquillo, Ceiba, Fajardo, Río Grande, Yabucoa y Patillas reportaron carreteras inundadas y obstruidas por árboles caídos.

Según Díaz, a eso de las 4:00 p.m. los trabajadores de Aemead ya habían logrado reabrir el tráfico en la mayoría de las carreteras que fueron afectadas. “De 46 carreteras que se vieron interrumpidas ya solo quedan seis trabajándose”, afirmó Díaz.

“De las situaciones más graves que tuvimos, fueron los problemas del tráfico, por los árboles caídos y la gente que se empezó a desesperar”, señaló la portavoz. “Y lamentablemente siempre hubo algunas personas que intentaron cruzar áreas inundadas y ríos crecidos, a pesar de las advertencias de que no lo hagan, pero por fortuna no hubo ningún incidente”.

Las inundaciones más graves, dijo Díaz, se reportaron en Fajardo. En cuanto a daños materiales, Patillas y Fajardo son los pueblos más afectados. Por otro lado, añadió que se había reportado bastante daño en el tendido eléctrico.

Las tronadas, de hecho, dejaron sin servicio eléctrico a decenas de miles de abonados de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE). Las afectaciones provocaron que la agencia activara su plan de emergencias para poder atender las averías.

En un momento de la mañana, la AEE reportó que tenía unos 25,000 abonados sin luz. En horas de la tarde, miles aún esperaban por la electricidad, mientras los empleados de la AEE trabajaban por restablecer el servicio. 

El fenómeno también provocó que varias escuelas de la zona este despacharan a los estudiantes hacia sus casas tras activar sus planes de emergencia.

Meteorología pide mantenerse alertas

De acuerdo con la oficina del Servicio Nacional de Meteorología (SNM) en San Juan, esta situación de lluvias se esperaba ocurriera con el paso de la onda tropical, y de hecho el área este de la Isla recibió cantidades de lluvia considerables. Pero la situación mejoraría a partir de la tarde del mismo jueves.

“Estos aguaceros de moderados a fuertes se esperaban debido al paso de una onda tropical, durante la mañana bajaron de leves a moderados”, explicó la técnica en meteorología Rosalina Vázquez. “En el área este se registraron hasta cuatro pulgadas de lluvia en general. En algunos puntos aislados se registró incluso más. Eso es bastante lluvia, fue una onda bastante fuerte”.

Vázquez aclaró, no obstante, que a partir del mediodía comenzó a verse disminución en la actividad de aguaceros y tronadas, y se esperaba que el tiempo se tornara más seco para viernes y sábado. Ya para el domingo en la tarde, sin embargo, se anticipa que puedan volver a registrarse aguaceros.

Mientras, en aguas del Atlántico “hay un sistema de baja presión bajo observación. Sus remanentes podrían afectar nuestra área para el lunes, pero el sistema como tal no se espera que nos afecte ni como tormenta ni como huracán”, explicó la experta, haciendo un llamado a la población a mantenerse atentos puesto que estamos en el pico de la temporada de huracanes.