A una semana del paso del Huracán María por Puerto Rico, el alcalde de Adjuntas Jaime Barlucea aún está coordinando rescate de personas en zonas donde colapsaron carreteras o hubo derrumbes de terreno que al día de hoy no se han podido resolver.

Asimismo, los suministros de agua y alimentos empiezan a escasear en su pueblo donde más de 3,000 personas perdieron sus viviendas.

“Estamos en algo en lo que yo no esperaba estar a estas alturas: hoy se están rescatando tres señoras de 90 años. Para poder llegar estamos sacando derrumbes en el Barrio Portillo”, afirmó previo a una reunión con personal del gobierno estatal en el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) establecido en el Centro de Convenciones.

“Y mañana tenemos una tarea difícil: un derrumbe de esta magnitud (del Centro de Convenciones). Gigante. Vamos a ir con más de 4 o 5 equipos pesados, poderosos, que los hemos alquilado para poder abrir porque detrás de ese derrumbe hay personas mayores de edad (que necesitan) tratamiento de cáncer y diálisis… eso es en el Barrio Vegas Arriba”, agregó.

También está trabajando con un derrumbe posterior al huracán en la carretera PR-135 que da acceso a barrios como Yahuecas y Guilarte y uno adicional en la PR-123 que da a Utuado.

Por si fuera poco Barlucea aseguró que cada noche hace un turno de tres horas entre la medianoche y las 3:00 de la madrugada para ir patrullando en una guagua junto a oficiales municipales y así tratar de evitar los escalamientos.

En cuanto a los abastos dijo que necesita comida y agua y que se tiene que regionalizar la ayuda para que se agilice el proceso porque hasta ahora tiene que venir cada dos días a pedir lo mismo.

“Si me dicen que me van a dar un teléfono satelital yo les digo ‘te lo cambio por un camión de comida y de agua’n”… después de todo los que están repartiendo no sirven, afirmó.

Dijo no tener problemas con gas debido a que la base de repartición a toda la zona sur está en su pueblo y ya están despachando en pueblos como Ponce, Santa Isabel, Juana Díaz y Peñuelas, entre otros.

El alcalde llegó además con una caja con 2,000 solicitudes de ayuda individual.

“Pero esas son sólo algunas. Hay más. De esas, 1,500 solicitudes son de pérdida total, o sea, perdieron su techo, la casa y se han convertido en refugiados. Si hacemos el cálculo a razón de tres personas por núcleo familiar son 4,000 personas que están viviendo en casas de familiares así que no necesariamente la necesidad y la emergencia puede estar en un refugio”, indicó.

Su estimado preliminar es que unas 4,000 casas tienen daños.