Triste desenlace para El Columpio, en Ceiba.

En cuestión de meses el lugar se convirtió en un rincón paradisiaco para miles de personas que llegaban al sector costero -ubicado en la antigua base naval Roosevelt Roads, en Ceiba- para darse un chapuzón en sus aguas cristalinas pero, sobre todo, para treparse en unos columpios que rozaban con el mar y que le daban un toque mágico  y patriótico (pues también ubicaron una bandera de la monoestrellada) al hermoso paisaje.

En cambio, la inconciencia ambiental de personas que durante el verano visitaron la zona y dejaron basura a sus alrededores provocó que los perpetuadores de la iniciativa -la cual surgió por una persona cuya identidad al momento es una incógnita- tuvieran que tomar la “difícil” decisión de remover los columpios de la playa.

“Tuvimos que quitarlos porque el basurero era inmenso. Era tanto y tanto que estaba bien cerca del agua y eso, además del impacto ambiental, podía crear un problema de salubridad enorme”, dijo a Primera Hora Alexis Leguillú, quien recibió la denuncia por parte de unos ciudadanos que le enviaron fotos de las condiciones de la zona.

“Pero aquello era peor de lo que imaginamos. Se salió de control”, agregó el joven al relatar que la idea de habilitar el área surgió junto a otros seis amigos el pasado mes de enero, cuando el columpio original (ubicado por un extraño) se rompió. El resto del grupo lo componen Karlitin Santiago, Boro García, Heri Cruz, Richard Ritorro, Iván Nieves, Adonay Velázquez y O’Neill O’Neill. 

“Ahí nosotros nos juntamos y poco a poco hicimos unas veredas para que fuera más fácil el acceso, pusimos unos letreros exhortando a que cuidaran el lugar y que no echaran basura y hasta pusimos una escalera en el muelle para que la gente pudiera bajar al agua de manera más segura”, detalló sobre el concurrido lugar que ubica cerca de un muelle en el que, hasta hace unos meses, había instalada una compañía extranjera dedicada a reciclar buques.

Leguillú aseguró que, como parte de su compromiso para mantener la joya natural, el grupo iba periódicamente a recoger los desperdicios sólidos que dejaban los visitantes.

“Pero en verano no podíamos ir todas las semanas y ahí fue que se formó el revolú”, dijo al agregar que tras el revuelo causado por la noticia de la remoción de los columpios  se convocó a una reunión mañana en el área a las 2:30 de la tarde con la intención de limpiar el muelle, la playa y las veredas.

Mientras, el alcalde de Ceiba, Angelo Cruz, lamentó el desenlace que tuvo  “El Columpio”, un atractivo que, según cuenta, provocaba que cerca de 1,000 personas visitaran su municipio durante los fines de semana.

“Honestamente, es una pena… hasta yo doné una bandera para ponerla allí y de verdad que es un sitio que le encantó a gente de todo Puerto Rico. Hasta de afuera (extranjeros) lo visitaban. Pero la verdad es que convirtieron aquello en un vertedero. A la gente se le decía que recogieran la basura, pero ‘coquí, coquí’ (ignoraban el asunto)”, dijo el Alcalde.

Agregó que el Municipio no puede hacerse cargo del recogido de basura pues esas instalaciones  recaen en la Autoridad para el Redesarrollo de Roosevelt Roads.

“Muchas veces mis camiones iban, pero no podemos todo el tiempo. Ahora mismo tú sabes el problema que tuvimos con la basura aquí en Ceiba (vertedero clandestino). Yo puedo hacerlo si la Autoridad y el Municipio llegan a una negociación. Pero necesito que me paguen… les tengo que cobrar”,  aseveró.