Los Centros de Donación de Sangre de la Cruz Roja Americana de Puerto Rico cerrarán sus puertas el próximo mes de octubre, dejando desempleado a alrededor de 200 personas y eliminando al principal promotor de recolección de este vital fluido para los hospitales de la Isla.

La información la dio a conocer el ingeniero Antonio de Vera, director ejecutivo de los Servicios de Sangre de la Cruz Roja Americana en una entrevista televisiva (Univision).

El funcionario explicó que fue el pasado martes que le notificaron el cierre de los centros y que se lo dejó saber a los empleados en el día de ayer.

 “Acabamos de cerrar el mejor año de la Cruz Roja en Puerto Rico. Este año vamos a recolectar 80,000 pintas en este país, la cantidad más alta. Han hecho un trabajo extraordinario como equipo, todo el personal de la Cruz Roja, y a hora los tengo que despedir. Eso duele”, sentenció De Vera, al aceptar que está compungido con la determinación.

Añadió que “esta decisión está fuera de mi control. No me agrada, la tengo que llevar a cabo con dolor en el alma. Las razones que están detrás de ella, las desconozco. Me hubiese gustado que se me invitara a dialogarla, pero no fue así”.

 De Vera dijo que desconoce si hay un problema económico que lleve a cesar operaciones en Puerto Rico, pues los directivos de Estados Unidos no le han provisto documentos que justifiquen la determinación.

 Sin embargo, dio a entender que el cierre puede estar relacionado a que desean recortar gastos operacionales, al no tener que traducir los documentos y etiquetas que se utilizan al español.

 "Hace unos años, la Cruz Roja Americana, desde que yo entré, ha querido cerrar operaciones en el pueblo de Puerto Rico, porque todo se tiene que traducir al español, porque nuestros donante son hispanos, porque los documentos son en inglés", manifestó, sin querer contestar si la determinación es una por discrimen racial.

Con el cierre de los Centros de Donación de Sangre, la Cruz Roja se limitará al recogido de plaquetas; al servicio del laboratorio de referencia, el cual identifica la sangre rara; a los servicios terapéuticos en las unidades de intensivo de los hospitales; a la colección de médula ósea, y a prestar ayuda en caso de fenómenos atmosféricos. Para proveer estos servicios, quedarán empleadas solo 30 personas, señaló el director ejecutivo.

 Entretanto, los hospitales recibirán la sangre que se envíe desde Estados Unidos, indicó De Vera.

“Los planes son que ellos esperan tener un exceso de sangre colectada en los Estados Unidos y van a exportarla a Puerto Rico para convertirlo en un centro de distribución y poderle distribuir a los 52 hospitales que en estos momentos le suplimos sangre”, precisó.

Específicamente, los centros que cerrarán operaciones están ubicados en San Juan, Guaynabo, Bayamón, Ponce y Mayagüez.