Al menos en esta ocasión, la fuerte marejada que afectó toda la costa norte de la Isla no tuvo un impacto mayor en Rincón.

La erosión costera en esa región era una de las principales preocupaciones de las autoridades ante el fenómeno marítimo, ya que ese pueblo se ha visto seriamente afectado por los últimos acontecimientos atmosféricos.

Sin embargo, a pesar de que se reportaron enormes olas en la zona, no hubo incidentes mayores, según informó Héctor Martínez, director de Manejo de Emergencias de Rincón.

“La erosión siempre se agrava un poco, porque es un evento que tiene mucha fuerza, pero afortunadamente no han ocurrido más daños que cuando pasó el huracán María”, sostuvo Martínez a Primera Hora.

El balneario, así como playa Don Antonio y Sandy Beach, en el barrio Puntas, fue donde se registraron algunos daños a causa del fuerte oleaje.

“En el balneario municipal el agua socavó el muro. En el hotel Casa Isleña tenían tres rampas en cemento para que los huéspedes tuvieran acceso a la playa y el mar las tumbó”, sostuvo el director municipal de Manejo de Emergencias.

Según Martínez, durante la tarde de ayer se reportaron olas de hasta 18 pies en la playa conocida como Tres Palmas, una de las más concurridas por surfers de la zona. Sin embargo, no tuvieron que intervenir con ningún bañista.

“Los surfers no nos dieron problemas. Ellos entendieron la gravedad de la situación y no se metieron al agua, pero si había muchos noveleros que se acercaron al mar y eso no solamente dificulta nuestro trabajo, sino que ponen en peligro sus vidas al estar tan cerca del mar”, apuntó.

En fenómenos pasados, Rincón se ha visto seriamente afectado, ya que el mar se ha llevado carreteras y edificios que ubicaban muy cerca de la costa, en sectores como Córcega y Stella, entre otros.

Sin embargo, según Martínez, a pesar de que hubo corrientes fuertes, el oleaje se registró mayormente en la parte norte del municipio y no en las zonas más habitadas.

Pero otras jurisdicciones en el oeste no corrieron la misma suerte.

En Aguadilla fue necesario cerrar parte del Paseo Real Marina para limpiar los escombros que allí quedaron luego que el mar entrara hasta la carretera. Igual sucedió en Isabela, especialmente en la playa Jobos; mientras que en Aguada parte de la carretera PR-441 colapsó.

Mientras, cuatro bañistas tuvieron que ser rescatados el domingo de la playa Crash Boat a causa de las fuertes marejadas.

“Hubo áreas que se vieron un poco afectadas, pero afortunadamente no fue necesario refugiar a nadie y nadie fue afectado directamente”, manifestó por su parte, César González Colombani, director de Manejo y Rescate de la zona de Aguadilla.

“A pesar de que el pico de la marejada ya pasó, nosotros vamos a estar pendientes durante toda la noche y mañana (hoy) hasta que el peligro haya pasado completamente”, sentenció.