Muy cerca del viejo edificio de la Guardia Nacional en Puerta de Tierra parecen emerger del rojizo barro antiguas paredes que algunos expertos creen son parte de una muralla que se erigió en el siglo XVIII para reforzar la defensa de la isleta de San Juan.

Los fragmentos de la olvidada estructura colonial han comenzado a quedar al descubierto con la remoción de tierra que se realiza como parte de los trabajos del proyecto Paseo Lineal de Puerta de Tierra, según una historiadora y un cartógrafo que han alertado sobre el importante hallazgo.

Dos mapas antiguos confirman que en algún momento, esa zona, hasta el frente de lo que hoy es el restaurante El Hamburger, estuvo protegida por trincheras. En ese punto, más o menos, la estructura se hacía perpendicular y cruzaba el terreno, desde la orilla del océano Atlántico, hasta el otro extremo de la isleta, en la bahía.

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Con copia de un mapa dibujado por el capitán de fragata Cosme Damián de Churruca en mano, el cartógrafo José López planteó que las paredes recién descubiertas debieron haber sido parte de una muralla de tiempo anterior a las primeras dos líneas de defensa que se construyeron después en San Juan.

“La primera y la segunda línea de defensa fueron diseñadas como parte de las defensas de la ciudad. Esta también, pero esta venía de antes y tenía deficiencias”, afirma López sobre las partes sólidas que parecen ser más delgadas que las construcciones militares que se construyeron más tarde. Por eso, cree que eventualmente esta muralla se descartó y solo utilizaron para propósitos de defensa las que se construyeron después.

El cartógrafo estima que la construcción debió haberse erigido entre las décadas de 1770 y 1780.

“Lo que estamos viendo aquí destapa un nuevo período de conocimiento de la historia militar de Puerto Rico”, establece, por su parte, la historiadora Carmen Alicia Morales.

Afirma que fue ella, por su interés como historiadora, quien avistó que los constructores habían develado las estructuras durante la remoción de terreno recién comenzada.

“Yo he estado acercándome al borde para ver, retratar y documentar las estructuras que están surgiendo en esa área. Así fue que me enteré”, cuenta sobre el hallazgo, aunque no tiene certeza plena de qué es.

“Esto abre un futuro de investigación arqueológica e histórica. Estamos mirando todos los mapas que hemos podido encontrar, que tenemos a la mano sobre esa área de Puerta de Tierra y el Viejo San Juan para lograr llegar a nuevas conclusiones de qué es lo que se está descubriendo”, señala Morales.

La profesora también se inclina a pensar que se trata de una estructura defensiva. Como historiadora, Morales ha comenzado a buscar las decisiones de política defensiva que se desarrollaron en España durante la época colonial y que pueden haber sido de la razón de ser de esas murallas.

“La historia ha comprobado que cada vez que se desarrolló en España una política defensiva, vemos el surgir de estructuras en todas sus colonias”, apunta.

Sin embargo, será preciso que arqueólogos y otros estudiosos analicen cada uno de esos trozos de pared para que se pueda determinar a qué período histórico corresponden y cuál era realmente su función.

Tanto Morales como López consideran que el hallazgo es una excelente oportunidad para que los desarrolladores adapten el proyecto del Paseo Lineal para que puedan exhibirse los pedazos de historia que allí se encuentran.

“Esto en sí se puede transformar para el beneficio del pueblo de Puerto Rico. Sigue siendo bueno como un paseo lineal para ciclistas, corredores, pero se puede mejorar y hacerlo importante, no como un sitio al que uno va a mirar al mar, sino como un sitio al que uno va a mirar en sí”, acota el cartógrafo.

Entiende que el descubrimiento ata a los desarrolladores a una historia de hace más de 200 años, un factor que puede contribuir a su prestigio si sabe cómo trabajarlo.

“Es importantísimo para nosotros como parte de nuestro patrimonio histórico arqueológico y para cualquier persona que se acerque a Puerto Rico. Es algo fabuloso lo que está pasando. Es digno de que otros historiadores, arqueólogos vengan a verlo”, puntualiza Morales.