“La trata es más lucrativa que la droga. ¿Por qué? Al humano lo venden, lo revenden, le sacan un riñón y aún así pueden seguirlo explotando en un trabajo”.

Así resumió Karla González, directora ejecutiva de la Alianza de Puerto Rico contra la Trata Humana, este flagelo que extiende sus tentáculos a la Isla con modalidades que van desde la prostitución forzosa de menores y adultos, hasta la explotación laboral en restaurantes, campos agrícolas y casas de familias adineradas.

Y con demasiada frecuencia, las condiciones de esclavitud se perpetúan porque los victimarios y depredadores emplean tácticas de control, coacción, retención de documentos de identidad o porque tienen vínculos de sangre y afecto con sus víctimas, lamentó González durante el adiestramiento “La prensa ante la trata humana”, llevado a cabo este sábado en el recinto de Bayamón de la Universidad Interamericana.

Relacionadas

“Por eso es que se dice mucho que la trata humana es un crimen oculto a simple vista”, indicó, por su parte, Ángel Meléndez, director local de la Unidad de Investigaciones de Seguridad Interna, adscrita al Servicio de Inmigración y Aduanas (HSI-ICE) de los Estados Unidos.

A pesar de la dificultad de identificar los casos de trata humana, porque suelen surgir en entornos privados, donde las autoridades sólo tienen acceso mediante confidencias o mediante vigilancia cibernética, en Estados Unidos - incluido Puerto Rico – se ha registrado un aumento de 200% en las investigaciones de este tipo de delito, indicó Meléndez.

El funcionario reclamó descartar la noción de que a la trata humana se exponen solo extranjeros o personas en desventaja socioecónomica. Indicó que “más del 40% de los explotados sexualmente en Estados Unidos son ciudadanos de ese país. Y el 20% de los explotados laboralmente también tienen ciudadanía estadounidense”.

“La trata humana no es un crimen de extranjeros. Es trasnacional”, subrayó Méléndez.

“No hay un perfil. Cualquiera puede ser víctima”, coincidió, por su parte, González, quien expuso el caso de una profesora universitaria que fue engañada con una oferta de intercambio académico que resultó ser una red de prostitución forzosa.

González advirtió que las redes sociales y las ofertas en internet son dos de las vías principales mediante las cuales las organizaciones de trata humana reclutan y engañan, sin importar la edad, ni el nivel educativo.

“Hay gente que se dedica a enamorar a posibles víctimas por las redes sociales. Les hacen un cuento y en Puerto Rico hay nenas que se enamoran a las siete horas y se quieren ir con ese novio que no conocen”, alertó.

“Tenemos alarma, control de acceso, toda esa seguridad, pero tenemos un menor que está en su cuarto con un celular comunicándose con sabe Dios quién”, advirtió al instar a los padres y adultos a mantener comunicación y ojos abiertos ante estas tendencias que ya han cobrado víctimas en Puerto Rico.

“Los tentáculos de estas organizaciones superan nuestro entendimiento”, opinó.

En tal sentido, argumentó sobre la importancia de omitir datos que delaten la ubicación precisa e identidad de las víctimas, cuando se reporten casos de trata humana, porque se pone en riesgo sus vidas y las de sus allegados.

“Esto es igual que el narcotráfico. Es oferta y demanda. Si no hubieran personas dispuestas a explotar mujeres, hombres y niños, no estaría ocurriendo”, sostuvo el jefe de ICE.

El nivel de ganancia asociado a estos crímenes es de tal magnitud que organizaciones terroristas como ISIS (Estado Islámico) y Boko Haram financian gran parte de su operación con la venta y reventa de mujeres y niñas raptadas, recordó el oficial.

¿Qué se puede hacer?

Tanto González y Meléndez, como el fiscal federal Marshal Morgan, supervisor de la Unidad de Crímenes contra Niños y Trata Humana, urgieron a los ciudadanos no hacerse de la vista larga, si sospechan o temen que alguien está siendo explotado.

“Una señal es cuando las empleadas viven donde mismo trabajan y no se comunican con nadie”, mencionó González.

Para procurar información o dar confidencias, los ciudadanos pueden comunicarse con ICE (787-729-6969) o National Human Trafficking Center (888-373-7888), un centro que opera 24 horas y maneja múltiples idiomas. También se puede llamar a la Policía de Puerto Rico (343-2020) que, aunque aún no tiene una unidad especializada de trata humana, está en comunicación constante con las autoridades federales, explicaron los expertos.

“Lo más importante para ICE es la víctima. Es tan o más importante que sacar ese depredador de la calle”, insistió Meléndez, quien aclaró que en este tipo de casos, la función de su oficina no es deportar, ni indagar en el estatus migratorio, sino rescatar.

Características del delito

González, Meléndez y el fiscal Morgan explicaron cómo se constituye el delito de la trata humana, cómo se le diferencia de otros crímenes como el abuso sexual de menores, la pornografía infantil y el tráfico de inmigrantes ilegales.

Por ejemplo, explicaron que la trata humana no requiere una organización, ni cometerse por un largo periodo. Para conformar el caso, basta que una sola persona tenga ganancia material o económica a cambio de la explotación de otra. En contraste, si alguien tiene relaciones sexuales con un menor, comete el delito de abuso sexual, pero no de trata humana, siempre que no esté el elemento de ganancia, sin importar la cantidad. 

De forma similar, alguien que reciba paga por transportar a personas indocumentadas a territorio de Estados Unidos incurre en tráfico de personas. Esto no se convierte en trata humana, a menos que al llegar a su destino se les retenga o se les obligue a saldar supuestas deudas de viaje u otros mediante un esquema de explotación.

Modalidades de trata humana

Explotación sexual: Prostitución, pornografía, compra de novias por correspondencia, matrimonios arreglados, reproducción forzosa (vientres de alquiler).

Trabajos o servicios forzados: condiciones de esclavitud, actividades delictivas, coacción por deudas y contrabando. Servidumbre doméstica.

Mendicidad.

Extracción de órganos.


Algunos modos de reclutamiento

Hogares sustitutos, adopción ilegal, clubes de bailes exóticos, ofertas de empleo y redes sociales.