Argumentan que la medida afecta tanto a residentes como a negociantes

Caguas. Un grupo de ciudadanos reclamó ayer que la administración municipal desista de la instalación de parquímetros en el casco urbano de Caguas porque desalentarán las ventas en los comercios pequeños y medianos y, además, disminuirán las alternativas de estacionamiento para empleados y residentes del área.

El ayuntamiento planifica instalar antes de fin de año 700 parquímetros en el casco urbano, que incluye áreas comerciales y residenciales, porque asegura estimularán el movimiento de clientes en la zona, según la vicealcaldesa Lydia Rivera. Sin embargo, los ciudadanos conformados bajo el grupo Rescatemos el Centro Urbano de Caguas entienden que el efecto será adverso.

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De acuerdo con el líder comunitario del Centro Urbano Tradicional de Caguas, Joshua Colón Torres, uno de los señalamientos en contra del proyecto es que la Legislatura Municipal aprobó sin vistas públicas la ordenanza municipal #25, que autoriza la instalación de estos dispositivos en la zona. Por lo tanto, no contaron con la opinión de la comunidad.

Otro de los argumentos en contra es el efecto de los parquímetros sobre los negocios del área.

“Estos ponen en desventaja a los pequeños y medianos comercios del casco urbano frente a las grandes cadenas”, sostuvo Colón Torres.

Para el comerciante Louis Vázquez, el dispositivo afecta porque las personas tendrán temor de recibir un boleto de tránsito por pasarse del tiempo establecido, lo que desalentará las ventas. “Eso no sucede en un centro comercial”, argumentó.

“Esas situaciones –en el pasado hubo instalación de parquímetros, pero se terminó el contrato y se retiraron– han alejado al cliente tradicional que visitaba el casco urbano y, por ende, (han dejado) de patrocinar los negocios”, agregó Vázquez.

sin parking en la casa

De otro lado, los residentes del área se verían afectados porque la iniciativa municipal solo permite un permiso para estacionamiento por casa, a pesar de que muchas residencias tienen varios vehículos. Eso les afectaría porque la mayoría de esas casas no tienen marquesinas, dijo Carlos Ochoa, vecino de la calle Vizcarrondo.

“La gran mayoría de los residentes del pueblo no tienen marquesina y no proveen suficientes permisos para el residente y familiares que viven en casa sin marquesinas. ¿Cómo los demás van a estar cubiertos para que no les den boletos?”, dijo Ochoa.

¿Y los empleados qué?

Del mismo modo, los empleados de los comercios del área se afectarían con la medida municipal, destacó Rafael López.

“Los empleados de los pocos negocios que quedan y que trabajan por el mínimo tendrían que estacionarse lejos de donde trabajan o tendrían que irse a un estacionamiento comercial a pagar $30 mensuales”, dijo López.

Además, la mayoría de los parquímetros estarían localizados en aceras estrechas, de uno o dos pies de ancho, dijo Ochoa. “Son aceras viejas muy estrechas para poner un parquímetro. Un individuo con impedimento (que necesite silla de rueda) o un carrito de bebé apenas podrán caber”, dijo Ochoa.

¿La solución?

Entonces, ¿qué solución propone este grupo de ciudadanos?

Según Colón Torres, los parquímetros no son una solución porque provocan un problema serio que afectaría a residentes y comerciantes. En su lugar, el ayuntamiento debería optar por solares en desuso que podrían convertirse en espacios de estacionamiento.