MAUNABO – Las personas ciegas, sordas o con otro tipo de discapacidad se beneficiarán de un nuevo sistema de veredas diseñadas para esta comunidad en la Reserva Natural Humedal Punta Tuna, se informó este jueves en conferencia de prensa.

La planificadora Carmen Guerrero, secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), dijo que esta vereda es la primera de su tipo en Puerto Rico y financiada con $40,000 de fondos federales.

“Los espacios naturales existen para que sean descubiertos y disfrutados por todas las personas, no importando impedimentos”, dijo Guerrero. “Es motivo de gran alegría que la reserva Punta Tuna se convierte en la primera en Puerto Rico con un sistema interpretativo para ciegos y también se consideró para personas sordas y con impedimentos”.

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Según se explicó, las cuatro veredas que atraviesan la reserva natural -ubicada a corta distancia del faro de Maunabo- fueron ensanchadas para que personas impedidas las puedan recorrer en sillas de ruedas. 

Además, el área cuenta con letreros educativos con códigos que pueden ser leídos por aplicaciones de celulares para audio.

Para los que no tengan esos teléfonos, habrá disponible al menos cinco grabadoras.

Por su parte, el procurador de las personas con impedimentos, Iván Díaz Carrasquillo, elogió la iniciativa en la reserva, administrada por el DRNA, porque se trata de un esfuerzo para hacer inclusivas estas facilidades naturales a personas con discapacidades. 

“Ciertamente aquí se hace la diferencia para que ellos puedan disfrutar en igualdad de condiciones lo que ofrece esta reserva”, dijo Carrasquillo.

Guerrero destacó que esta reserva se logró mediante un esfuerzo comunitario, y que la idea de adaptarla para impedidos surgió de una tesis de maestría de 2012 de la maunabeña Omayra Gorgas.

“Este proyecto democratiza y amplia el acceso de la reserva a un sector de la población que ha sido marginado por años”, dijo Pedro M. Torres, presidente del Comité Prodesarrollo de Maunabo.

Gorgas, a su vez, dijo que en su investigación de tesis de maestría surgió que solo hay sistemas de veredas adaptadas para ciegos en muy pocos lugares del mundo, entre ellos España, Singapur y Costa Rica.