Lo que comenzó como una protesta discreta, se tornó en cuestión de una hora en una manifestación de unas 200 personas que tumbaron vallas y llegaron hasta las puertas de la alcaldía de Guaynabo pidiendo a gritos la renuncia del ejecutivo municipal Héctor O’Neill.

La alcaldía y su plazoleta estuvieron resguardadas por una docena de guardias municipales y otro grupo de policías estatales que no se esperaban que las personas tumbaran las vallas y, aunque ofrecieron un poco de resistencia, de inmediato se dieron cuenta de que no podían retener la avalancha y se echaron a un lado.

Otro incidente surgió cuando un hombre -descrito más tarde por un policía como “uno de los pacientes mentales que se pasan por el pueblo”- se metió entre los manifestantes e hizo alguna expresión a favor de O’Neill. Entonces se zafaron algunos puños al aire, pero los mismos presentes se metieron en el medio para evitar alguna agresión. 

La gente comenzó a gritarle que se fuera y que cuánto le habían pagado. El individuo, junto a una pareja, comenzaron a hacer gestos obscenos hasta que la policía y las mismas personas que se acercaron los sacaron.

Con banderas y carteles, las consignas iban desde el pedido de que abdique al cargo hasta que pague con cárcel por la violación que alegadamente cometió.

La condena a las acciones de O’Neill se extendieron además hasta miembros del gobierno como la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez, y la Procuradora de las Mujeres, Ileana Aymat Ríos, que cogieron su agüita por entender que han encubierto al ejecutivo municipal.

Precisamente, la exprocuradora de las mujeres, María Dolores Fernós, fue una de las que marchó con un cartel que leía “ONeill asco, que renuncie ya”.

“Yo conozco a la actual Procuradora y le tengo un gran aprecio personal, pero en este caso sin embargo, lamentablemente hubo muy poca iniciativa de parte de la oficina en términos de reaccionar a la primera información, de iniciar una investigación motu propio porque la ley le da la facultad a la oficina y a la Procuradora en particular de iniciar investigaciones cuando llegan informaciones, no importa de qué fuente sea: porque la lleve una mujer en particular o por que se comente en la prensa o de cualquier otra fuente”, declaró.

Por su parte, Nicole Curet, una abogada nacida y criada en Guaynabo, dijo que históricamente las mujeres sufren de acoso sexual en el ambiente de trabajo y considera indignante las actuaciones que se le atribuyen al alcalde.

“Es intolerable, inaceptable que esto esté ocurriendo”, indicó al tiempo en que dijo que el pueblo completo está mirando y hay que llevar un mensaje fuerte y contundente.

“No vamos a detenernos seamos muchos o pocos, pero él no puede seguir como alcalde. Él es un agresor sexual, es un hostigador y un violador y no se merece estar en un puesto de autoridad y mucho menos en un puesto de confianza electo”, agregó. 

Mario Bosque, un activista ambiental, expresó que se unió a la manifestación debido a que el abuso a las mujeres no lo tolera. 

“Yo no creo en la impunidad ni en esto, ni en el abuso que se hace contra las mujeres”, indicó.