Peñuelas. Carmen Ortiz tenía un matrimonio normal hasta que un día su esposo comenzó a prohibirle que regañara a su hijo. Luego la perseguía, vigilaba y hasta la amenazó con un machete.

Después se internó en un ciclo de maltrato del cual pensaba no podría salir hasta que se armó de valor y buscó ayuda. 

Hoy, esta  participante de los programas de la organización Acción Social de Puerto Rico Inc. (Aspri),  se unió a la campaña de Paz para la mujer para llevar un mensaje en su comunidad de no más violencia de género.

“No es fácil vivir en una relación de violencia”, comentó  la fémina al explicar que en su lucha para salir del ciclo que vivía, solicitó ordenes de protección   e ingresó  por varios meses a la Casa Protegida Julia de Burgos.

“Las mujeres tenemos que empezar a querernos nosotras mismas primero”, añadió Ortiz, quien elogió la iniciativa de la organización de crear conciencia sobre el problema.  

Por su parte, Cyd Marie Llaurador, trabajadora social de Aspri explicó que hicieron visitas casa por casa en el  barrio Santo Domingo para invitar a las familias a unirse a esta campaña.

 Tras las visitas se realizó un taller con residentes de la comunidad donde estudiantes de la Universidad del Este de Yauco, le ofrecieron  orientación sobre violencia de género  y también prepararon carteles con mensajes alusivos a este problema social.

“Tenemos que empezar a hacer ruido en las comunidades donde tal vez hay muchas víctimas y no se atreven a hablar por miedo o vergüenza”, indicó.

Asimismo, mencionó que las pancartas hechas por 18 mujeres y dos hombres, asistentes al taller  serán  exhibidas el 25 de noviembre, en la conmemoración del Día de No Más Violencia Contra la Mujer, en la escuela Ramón Pérez Purcell y otras áreas de la comunidad.

Se expresa la comunidad 

Gerardo Luis Cruz,  uno de los participantes del taller,  indicó que en muchas ocasiones el machismo y la presión de grupo domina a algunos hombres aunque repudió la violencia  de género.

“No puedo hacerle a una mujer lo que no me gusta que me hagan y tengo madre, hija y nietas”, reiteró el hombre, quien en su pancarta destacó el mensaje de que nada justifique la violencia contra la mujer.

Igualmente, exhortó a las víctimas a que no aguanten más atropellos y busquen ayuda antes de que sea demasiado tarde.

Del mismo modo, Noris I. Ortiz, líder comunitaria, agradeció la gestión de Aspri.

Expresó que desde que la organización comenzó a dar servicios en su barrio ha aportado al desarrollo de niños y adultos.

“Existen muchos casos (de violencia) en la comunidad pero muchos aunque se saben no se dicen y eso nos convierte en cómplices”, señaló la vecina.

Las estudiantes de trabajo social hablaron sobre los tipos de violencia, de los cuales no  solo la mujer puede ser víctima pues afecta a hombres y a niños.

Los participantes expresaron estar ansiosos de compartir su mensaje a través de las pancartas preparadas.