La familia de la joven estudiante humacaeña de 21 años, Edmarie Raquel Lafontaine Pérez, quien se desvaneciera sin dejar rastro el pasado 25 de enero en la ciudad de Fort Lauderdale, en el estado de la Florida, no pierde la esperanza de encontrarla sana y salva.

“Lo más importante es que no se caiga el caso. Seguir haciendo ruido en la prensa porque alguien tiene que aparecer con información sobre Edmarie”, indicó Edwin Lafontaine, padre de la joven, en entrevista telefónica desde Miami, donde se encuentra desde enero siguiéndole el rastro a la estudiante universitaria.

“El FBI tenía el caso, pero se lo pasó a la División de Tráfico Humano de Homeland Security, pero ahora ellos me dicen que se lo van a pasar de nuevo a la Policía de Miam- Dade. Ellos están en esta actitud de que no quieren seguir el caso porque no han encontrado nada”, denunció.

Sin embargo, Manuela Pérez, madre de la joven, dijo tener reservas en que el caso de su hija continúe ventilándose en la prensa nacional.

“Me da un poquito de miedo y no sé si sea contraproducente que salga tanto en la prensa, no le vayan a hacer daño por eso”, explicó la madre.

“Lo que sí quisiera es que se presione a las autoridades a que no dejen que el caso se caiga, que la sigan buscando. Tienen a alguien en custodia, pero no pueden someterle cargos hasta que Edmarie aparezca”, añadió.

Edmarie se trasladó al sur del estado en diciembre pasado con la intención de continuar su carrera de nutricionista, pero sus padres indicaron que secretamente perseguía su sueño de ser actriz. Los familiares de la joven temen que la estudiante haya confiado en las personas equivocadas.

“La última vez que hablamos con ella le dijo a la mamá que temía por su vida, que la estaban persiguiendo”, indicó el progenitor.

El padre de Edmarie continúa realizando una búsqueda por cuenta propia para dar con el paradero de la joven de 5’7” de estatura, 115 libras de peso y pelo color castaño claro.

La última información que tiene la familia Lafontaine Pérez sobre Edmarie es que estuvo trabajando en los pasados meses en un restaurante cubano en la ciudad de Miami y que se alojaba en los apartamentos Candlewood Suites, en Fort Lauderdale.

No estamos exentos

Las sospechas de la familia de Edmarie se centran en que ella fue víctima de la trata de jovencitas que son trasladadas desde Puerto Rico y utilizadas para la prostitución.

Según explicó Olga Nydia Lafontaine, tía paterna de la estudiante, se presume que uno de los clientes del restaurante donde Edmarie laboraba en Palmas del Mar fue el señuelo para convencerla de irse a perseguir en la Florida su sueño de ser actriz.

“Ella estuvo teniendo contacto con un cliente de nacionalidad hindú en el restaurante y hemos hablado con otras muchachas que aseguran que esa persona también ha tenido contacto con ellas por medio de Facebook”, indicó la tía de la joven.

“Nos enteramos que esta persona le emitió los pasajes -de manera electrónica- para irse para allá. Imagínate, una muchacha joven, bonita y con buen cuerpo como Edmarie es presa para esta gente”, añadió.

Por su parte, la sargento Lissette Santana, de la División de Personas Desaparecidas de la Policía en el Área de San Juan dijo que, aunque en Puerto Rico no existen estadísticas sobre la trata de personas, aquí existe esta práctica.

“No tenemos estadísticas sobre trata humana en Puerto Rico y, aunque en la División nunca nos hemos topado con un caso así, es muy probable de que existan. Siempre se piensa que esas cosas no pasan aquí pero nadie está exento”, explicó Santana.