Peñuelas. Elizabeth Ruiz casi no puede articular palabras. Sus pensamientos están confusos. Y no es para menos.

El menor de sus hijos, Esteban Santiago Ruiz, de 26 años, está detenido por la masacre ocurrida ayer tarde en el aeropuerto de Fort Laurderdale, en Florida, que dejó a cinco personas muertas y otra seis heridas de bala.

Santiago Ruiz, quien nació en Nueva Jersey pero desde los dos años residió en Peñuelas, viajó ayer al aeropuerto desde Anchorage, Alaska, donde reside actualmente.

Ruiz confirmó que aún no tiene información de dónde se encuentra su hijo. Solo conocen lo que se ha publicado a través de los medios de comunicación.

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La última vez que habló con Esteban fue antes de Año Nuevo y él le dijo: “te amo mucho”, dijo la madre al decir que este es un muchacho cariñoso con todos.

La mujer que no ha podido dormir, al igual que ninguno de los miembros de la familia luego de conocer la noticia que todavía los tiene en “shock”, dijo que al joven se le “inculcaron valores, le hemos enseñado la doctrina cristiana evangélica”.

Ruiz, que no le salían las palabras, describió a su vástago como “un buen hijo” y rogó “que no lo juzguen”.

Cuando el veterano llegó de Irak, a los meses tuvo la pérdida de su padre Wilfredo Santiago, que según sus familiares no la pudo superar. También, agregaron que en el conflicto bélico vio morir a dos de sus compañeros soldados. 

Ruiz explicó con voz casi imperceptible que su hijo “estuvo asilado allí en Alaska, no le dieron el tratamiento que tenían que darle. Mientras estuvo allí yo estaba aquí... con ganas, no se, de gritar, llorar, porque como estaba tan lejos. No pude hacer nada”, confesó entre lágrimas.

Cuando habla de que su hijo estuvo asilado, se refiere al tratamiento siquiátrico que recibió en ese estado, presumiblemente, a finales del año pasado.

Hermano responsabiliza al Gobierno

Bryan Santiago, hermano de Esteban, responsabilizó al Gobierno federal por lo que ocurrió con el veterano.

Dijo que a finales del año pasado él viajó a Alaska donde lo visitó. Hace tres semanas, hablaron por teléfono y le dijo que se "encontraba bien". 

“Cuando estaba en Alaska él me contaba ciertas cosas, las cuales él mismo le contó al FBI (Negociado Federal de Investigaciones; que veía cosas, que oía voces; que lo estaban persiguiendo, que la CIA (Agencia Central de Inteligencia) quería que él pidiera material terrorista para que él ingresara a esos grupos (al ISIS), y él no quería porque él no cree en eso”, narró.

Aseguró que el joven le dijo que había “una guerra interna entre la CIA y el FBI. De que sea cierto, no sé, eso es lo que él decía… Que la CIA le escribía mensajes secretos por medio de su computadora… él decía que no le gustaba porque era pro americano”.

Este dijo que “ya la presión psicológica (de Esteban) era tanta que le dije que buscara ayuda en una iglesia, con un psicólogo, o algo”.

Bryan regresó a la Isla y se enteró que su hermano buscó ayuda.

“A la semana la novia de él le escribe a mi madre… que él fue al FBI y que está internado en un hospital psiquiátrico en la ciudad de Anchorage en Alaska”, sostuvo.

“A lo que yo quiero llegar es que mi hermano cometió ese acto pero no es una persona que hiciese ese acto así porque así. Ya de antemano había ido al FBI y a la oficina de Alaska…  todo lo que me había dicho a mí se lo había dicho a ellos… Fue voluntariamente a las oficinas del FBI (no ante cualquier vecino)… porque ya su mente no lo dejaba quieto, en paz”, sentenció.

Bryan dijo que Esteban estuvo en el hospital siquiátrico por “cuatro días nada más; menos de una semana internado. En cuatro días ninguna persona cambia…”.

"Así que la irresponsabilidad es de ellos.  Que aquí no vengan a decir que si hizo algo,  si lo hizo,  porque ellos sabían ya la situación mental de él...  quiero que Puerto Rico y la comunidad internacional sepa que la responsabilidad cae sobre ellos porque ellos lo dejaron sólo 4 días (internado)  y él explicó la situación de algo tan serio, que si querían que vieran videos de terroristas,  del ISIS,  y él no quería.  Sea cierto o  no sea cierto, o sean pensamientos paranoicos...  una persona que te dice eso no está bien de su mente.  Fallaron y no solamente eso,  sino en dejarle las armas... pero si tú tienes problemas psicológicos ya la policía puede tener un control ahí y las agencias federales", relató.

"Dicen en internet que él se convirtió al islam. No se convirtió al islam porque nuestra creencia es cristiana,  que a lo mejor no la practicaba mucho,  pero esa es su base.  Tenía buena comunicación conmigo y confianza y si él hubiera hecho (convertirse al Islam)  me lo hubiera dicho., Al contrario creía en la Biblia y en las cosas de Dios", aclaró.

De otro lado, Jonathan Flores Martínez, amigo de la infancia y adolescencia, le dijo a Esteban que recuerde que él no está solo. “Han pasado años pero no está solo. Tiene a sus amistades, amigos, familia”.

Flores Martínez sólo tiene buenos recuerdos de su compañero de andanzas.

“No considero que sea una persona terrorista, lo dudó. Es una persona deportiva. Lo considero un amigo, no puedo creer lo que está pasando…No es fácil para la familia ni para las amistades”, comentó el amigo que hace como dos años dejó de verlo.