“Nosotros llegamos y nos encontramos con los maestros en una fila que llegaba hasta afuera. Había maestros que estaban mareados porque no tenían espacio en la escalera y hacía mucho calor. Entonces, pedimos un salón que hay del Fondo del Seguro del Estado que tiene aire. Luego se van llamando y llegan al segundo piso donde, aunque no tienen aire, hay un abanico y sillas", expresó la directora de Servicios Asociados y Administración de Convenio de la Asociación de Maestros, Omayra López Burgos. 

Luego de su intervención, los educadores, tanto permanentes, transitorios y aquellos excedentes, esperaban en turnos para ser llamados por sus respectivas categorías y no por los turnos que habían hecho al llegar a la región educativa. 

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“Nosotras llegamos a las 6:00 a.m., nos anotamos y ahora nos dicen que es por categorías y estamos esperando a que llegue la categoría de nivel secundario para que nos puedan atender y personas que llegaron después de nosotras han entrado antes”, explicó una maestra transitoria de Loíza, quien prefirió no ser identificada. 

Sin embargo, en la fila había un grupo de maestras de Vieques que desde tempranas horas de la madrugada emprendieron el viaje para la “Isla Grande” con la esperanza de conseguir una plaza en su municipio, donde se han trasladado maestros de zonas tan lejanas como Patillas.

Para la viequense Zoraida Martínez Palm, de 58 años, la gestión en la oficina regional es costumbre, ya que no cuenta con permanencia a pesar de tener 17 años en el sistema. 

No obstante, admite que esta vez la situación es mucho más agobiante.

“Esta situación la vivo año tras año, pero este año ha sido el peor. Ha sido atropellante, pues yo aparezco como número uno en el registro de turno en Vieques y en la Escuela Playa Grande hay dos plazas disponibles de K-3 y dos plazas de cuarto a sexto. Yo doy primer grado y por la situación de los maestros permanentes que no han acomodado, entonces no nos acomodan a nosotros. Creo que Vieques se debe medir diferente y creo que es injusto enviar maestros de la Isla a Vieques y de Vieques a la Isla habiendo plazas disponibles acá y maestros con la preparación adecuada”, denunció Martínez Palm.

Su compañera, Xhaomi Torres Vázquez, de 26 años, una maestra transitoria de inglés elemental se encontraba en una situación similar, ya que no tiene un lugar a dónde reportarse a trabajar, luego de haber impartido clases tres años en la Escuela de Playa Grande en Vieques. 

“No están organizados para nada. Es ilógico, no nos llaman, no nos dicen nada y estamos en el limbo. Mi plaza está disponible y no tienen maestra de inglés en el plantel y yo soy residente de Vieques y estoy dispuesta a seguir. Pero, se está dando la particularidad de que a maestros transitorios de Vieques los están asignando a escuelas de Rio Grande, Luquillo y Bayamón, cuando en Vieques existe la necesidad y hay gente preparada para trabajar”, detalló Torres.

A Richard González Lebrón, un maestro de educación física de la escuela Marín Bajo en Patillas, lo que le ha tocado vivir a sus 29 años de servicio en el DE, no habría podido imaginarlo de ninguna forma. 

Al educador solo le resta un año para jubilarse, pero el sistema le está haciendo difícil cerrar el ciclo de manera digna.

“Es agobiante que después de tantos años sirviéndole al sistema tenga que estar en una posición así en mi último año antes de jubilarme. Muchos maestros jóvenes de educación física que han pasado por mis manos y han sido parte de mi crecimiento, hoy día tienen plazas permanentes y yo me encuentro aquí. Jamás y nunca me lo hubiese imaginado, pero con todo y eso sigo creyendo en el sistema”, confesó González.

El proceso lo ha llevado a pensar las opciones que tiene para luchar por sus intereses, pero el perder los beneficios que le daría jubilarse con 30 años de servicio no son una alternativa para el maestro.

Primera Hora solicitó entrevistar a la directora regional del DE en Humacao, pero no estuvo disponible.