Puntual. A las 3:56 de la tarde de ayer llegó a la iglesia Santa Bernardita en Río Piedras, el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, acompañado de su esposa Karen Pence.

El servicio religioso inciaba a las cuatro de la tarde.

Más de 200 feligreses se pusieron de pie para aplaudir a los invitados, incluyendo al gobernador Ricardo Rosselló, a la primera dama Beatriz Roselló y a la comisionada residente Jenniffer González.

Ya desde temprano, hubo una fila para poder participar del acto ecuménico en el recinto sagrado y para donde, al entrar, hubo que pasar un control de seguridad.

El calor hacía su agosto, la gente se abanicaba con lo que encontraba, el coro ensayaba y de pronto, una botella de agua a temperatura, pues allí no había luz como en casi todo Puerto Rico.

“Valió la pena todo”, dijo una feligrés al salir de la iglesia quien dijo que había esperanza.

Uno de los momentos que más aplausos arrancó entre los presentes, incluyendo a pastores de otras denominaciones religiosas, fue cuando Pence dijo que nuestro coquí volvera a cantar y que “Puerto Rico se levanta”, esto último en español.

“Déjeme decirle una confidencia; si continúan con la generosidad con sus vecinos, fuertes en el liderato puertorriqueño”, con el liderato del presidente Donald Trump, con la dedicación de las autoridades federales y la ayuda que estos ofrecen, como lo hace FEMA y las Fuerzas Armadas, “yo sé en mi corazón que el coquí volverá a cantar bien alto”.

Para los asistentes, la cualidad que más llamó la atención del vicepresidente fue su humildad, quien en repetidas ocasiones elogió la fuerza y determinación de los puertorriqueños.

Al entrar este se paró frente al altar, con sus brazos a lo largo del cuerpo, y miraba al pueblo con un “gesto bondadoso”.

Muchos entrevistados dijeron confiar en que lo que este dijo allí lo cumplirá.

“Estaremos hoy, estaremos mañana y estaremos con ustedes todos los días… Queremos que sepan que estaremos con ustedes en cada paso del camino… Los mejores días para Puerto Rico y para toda América están por venir", indicó Pence al reiterar que ese es le sentir del liderato del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

Uno de los que elogió el fervor religioso y humildad del funcionario federal fue el párroco de la iglesia Santa Bernardita, Willy Peña.

“Además de su mensaje me llamó la atención cuando dijo, Puerto Rico se levantará… Es un hombre muy sencillo. No se si te diste cuenta de que él tenía unas botas bien gastadas… Yo me imagino que él vino, se montó en el avión como estaba en el patio de su casa y ella igual (su esposa). No parecía el vicepresidente”, dijo elogiando su humildad.

El monseñor dijo que Pence le agradeció “lo que ustedes están haciendo”.

Karen Pence, sigue contando el religioso, le dijo, “no me den las gracias por venir, gracias por lo que ustedes nos están enseñando, a través de la resilience, la resolución de ustedes… Ya yo sé lo que ustedes hacen y para nosotros es un ejemplo”.

Precisamente Karen Pence, cuando tuvo la oportunidad de orar por los puertorriqueños en el altar, dijo que estos están siendo un ejemplo para los Estados Unidos.

Esta describió a los puertorriqueños como lo hace San Pablo en la lectura que se leyó tomada de la carta a los Romanos, donde comprende que se aunque se encuentran en una tremenda dificultad no le dan paso a la amargura, al odio ni a la venganza, sino que se sobreponen y dan ejemplo a los no creyentes.

Padre Willy dice que todavía está “impresionado” de que el vicepresidente de los Estados Unidos haya llegado hasta su parroquia.

“Hace dos días que confirmaron que vendrían… y es que una persona que está en Casa Blanca venía a la Capilla de Adoración Perpetua (que ubica allí) y a quien también le había casado a su tía”, informó al decir que son muchos los boricuas que trabajan en Casa Blanca.

Pence, como parte de su mensaje, en el que elogió la fé vibrante que se respiraba en el lugar, elogió el liderato del gobierno, mencionado al gobernador, su esposa y a la comisionada residente, e informó, entre otras cifras, que se han repartido 7 millones de comidas, distribuído 6 millones de litros de agua, y que 14 buques de la Marina y la Guardia Costera están en Puerto Rico.

Dijo que esta etapa que está viviendo la Isla, incluyendo los pueblos de Utuado, Arecibo y Las Marías, la gente la recordará como una en la que "los estadounidenses defendían a los estadounidenses".

“Les quiero decir que los corazones de las personas de Estados Unidos están quebrados por las personas alrededor de todo Puerto Rico”, acotó.

Mencionó repetidamente al presidente Trump, y dijo que el mensaje que quiso traer fue que aunque reconocen que queda un largo camino por recorrer, "vamos a salir de esto. Pasaremos por esto juntos para todos… Estaremos aquí por mucho tiempo", agregó.

Luego del servicio, Pence se movió al salón parroquial donde, con bandeja en mano salió de la cocina, ya sin la chaqueta que usó en la actividad religiosa, a entregar unos sándwiches de mezcla y un paquetito de galletas a los presentes y saludarlos brevemente.

(femmy.irizarry@gfrmedia.com)
(femmy.irizarry@gfrmedia.com)

Se colocaron tres grandes mesas, con sillas en ambos lados, de manera que el vicepresidente pasara entre ellas con facilidad.

Linnette Lozada, de Canóvanas, fue una de las que pudo hablar con Pence quien le preguntó cómo lo estaban pasando, si conseguía agua y alimento.

“Le dije que era un poco difícil pero que sí se podía conseguir, que teníamos que hacer largas filas y demás pero que eramos fuerte y que ibamos a salir adelante”, sostuvo.

Otro que pudo cruzar palabras con el vicepresidente fue el padre Carlos Pérez quien lo describió como “cariñoso, noble y tierno”. También lo felicitó “por la defensa de la libertad religiosa que está haciendo en nuestra nación, en nuestro país, en los Estados Unidos”.

Pérez le dijo que iba a orar por él y este le ripostó, “cuento con tus oraciones”.

Mientras, a Jesús Andrés Braña, de 12 años, quien le dio las gracias a Pence “por estar aquí”, el vicepresidente le dijo: “este va a ser el próximo gobernador de Puerto Rico”.

“Me gustó cuando dijo que Donald Trump haya dicho que estamos aquí por ustedes y él (Pence) también”, dijo el monaguillo de padre Carlos.

De su lado, la cantante Celinés dijo que le emocionó el encuentro “porque a veces perdemos la fe en las personas y ellos recalcaron, el no perder la fe en Dios, pero tampoco en las personas. Confíar en el hermano…, no solo con el de aquí sino con los de la nación americana”.

Agregó que “no podemos perder las esperanzas. Nuestra fe está depositada en estos momentos en nuestros hermanos estadounidenses…”.

Pence dejó la iglesia bajo un fuerte aguacero a las 5:10 de la tarde.