La administración municipal intentó ayer desmantelar un huerto urbano creado por ciudadanos en la avenida Las Américas con el argumento de que no satisface sus parámetros estéticos, pero la oposición de una vecina detuvo los trabajos.

El huerto ubica en el kilómetro 2.6 de la citada avenida estatal, desde febrero de 2016, y cuenta con batata, yuca, papaya, limones y guanábanas, entre otros frutos, que se reparten entre sus mantenedores y cualquiera que se detenga a recogerlos. 

Al principio, hubo oposición municipal al huerto e intentos para cambiarlo de ubicación, pero durante el año y medio que lleva allí sus creadores no habían recibido más acercamientos, según indicaron Vilma Penson, propietaria de un estudio de yoga de la zona, y el psicólogo Ángel R. Comas.

Sin embargo, una brigada compuesta por confinados, con vigilancia de policías municipales y bajo el mandato de Daniel Correa, de Ornato, llegó ayer por la mañana con la intención de removerlo todo.

“En todo momento me decían que  tenían instrucciones de sacar todas las plantas porque se veían feas. El supervisor, los policías y Correa venían con esa misma idea de que hoy (ayer) era el día que iban a sacar todo porque al director de Obras Públicas (Max Sánchez) no le gustaban las plantas de lengua de vaca y las gomas”, relató Penson.

“Me metí al huerto y un policía dijo que no tenían tiempo para perder y les ordenó a los confinados continuar cortando la yerba en el resto de la isleta. Yo dije ‘perfecto’, pero acto seguido un confinado entró por las batatas y empezó a cortarlas”, agregó la mujer, quien detuvo el avance de la brigada.

En presencia de Primera Hora, Correa aseveró que a Sánchez no le gustaba como se veían los neumáticos de colores que la comunidad convirtió en tiestos y exhortó a Penson a considerar removerlos.

Penson y Comas reconocieron que no le habían dado mantenimiento al huerto hace varios meses, pero establecieron su interés en continuar el proyecto.

Velmarie Hernández, portavoz del municipio, afirmó que “esa siembra es ilegal” y que le han pedido a los creadores del huerto que lo remuevan, lo que contrasta con lo dicho por Penson y Comas. Agregó que “eso no era un huerto, sino un reguero”, y  aseguró que la instrucción era limpiarlo, no cortarlo.

 La directora  del Departamento de Transportación y Obras Públicas (DTOP) en Ponce, Linnette Martínez, alegó que la isleta le pertenece a la agencia y que para sembrar en ella se necesita un permiso. Aunque dijo no saber del huerto hasta ayer, acogió como buenos los planteamientos municipales de que esto representa un “riesgo” para la seguridad de conductores, peatones y mantenedores del huerto; y apoyó la gestión del ayuntamiento. “No vamos a revertir la determinación hecha por el municipio”, afirmó.