El Obispo de la Diócesis de  Caguas,  Rubén González, comentó que aunque el cuerpo humano es hermoso, hay lugares más adecuados  para dibujarlo, al cuestionar, si es apropiado  desvestirse públicamente, lo que puede ser ofensivo e hiriente.

“La realidad es que  hay un código de  orden público que debemos de respetar todos los ciudadanos. El hecho del desnudo en el arte, pues es un arte. Nosotros no podemos condenarlo.  Ahora bien, hay que tener presente que hay lugares para dibujar el cuerpo humano. Se trata de si es  apropiado  desvestirse en un lugar  público, lo que   para algunas personas  puede ser ofensivo e hiriente, sobre todo considerando, que puede haber niños o niñas,  jóvenes”, apuntó.

“El desnudo puede ser utilizado tanto como arte, como pornográfico y es muy difícil... (identificar)  la intención. Cuando el orden publico establece  un código moral que obliga a todos los ciudadanos,  debemos cumplirlo”, reiteró.

Los primeros desnudos que hemos visto han sido en la iglesia, le planteamos.

“El desnudo por desnudo no es ofensivo porque el cuerpo humano es bello y el artista plasma la belleza del cuerpo humano, bien sea en un lienzo y una fotografía”, dijo el obispo.

¿A usted lo ofende?

“Me impactaría. Imagínate, voy caminando  por San Juan, por una plaza pública y veo el espectáculo. Así  me impacta. (Se ríe) Eso es lo que nosotros llamamos el pudor. Uno esconde su cuerpo en público. Hay un respeto hacia mi persona y los demás. Eso es el pudor. Hay cierto tipo de ropa que uno utiliza cuando uno va a la playa pero ese mismo tipo de ropa no lo utilizamos para la iglesia, o una fiesta   o para el  trabajo. Condenar el desnudo, no. Es  equilibrarlo”.

El obispo dijo que  depende también de la intención de la persona y del código establecido.

En torno a la detención de los jóvenes estudiantes, en la Plaza de Armas de San Juan, comentó: “Si ellos se desvistieron y le dijeron: 'Miren, no pueden', pues entonces hay  un delito menor, de acuerdo al código moral establecido en la ciudad. Las leyes están establecidas para beneficiarnos a todos”.

Mencionó también el ejemplo de un museo, en el que hay salas de desnudos y hay salas que se advierte que hay escenas que pueden impactar.

“El desnudo como desnudo no es malo. Es una  expresión de  belleza del cuerpo humano. Ahí  viene impacto social. Las leyes establecidas en búsqueda del  bien común. Otro ejemplo, es el de una playa nudista. Puedo estar o no de acuerdo con la playa  nudista, pero no podemos hacer todas las playa nudistas”, apuntó.

“Si yo, Rubén González,  obispo, no me voy a meter en una  playa nudista, pero para mí es los mismo, que  yo  esté en la Playa de Luquillo y aparezca lo que aparezca”, dijo.

El nudismo, agregó, se  ha empleado como protesta,  y si lo que estaban manifestando ayer  era una obra de arte, llamarían atención y asumirían las consecuencias que conlleva. 

“Hay un pudor en el arte. No es lo mismo dibujar el  cuerpo como arte que  dibujar el cuerpo humano en posiciones eróticas. Hay un código en el arte para presentar el desnudo. No todo desnudo  es erótico”, acotó.

González mencionó la escultura el David de Miguel Ángel, para ilustrar que es un  desnudo, pero que está en un museo, donde el cuerpo humano se resalta en su belleza. “Cuando miras los rostros de las personas  que miran la  obra de arte, es un rostro impactado por la belleza, no por la pornografía. El arte, como arte es belleza. Lo otro, es que  lo usemos para pornografía o expresiones que hagan daño al pudor”, puntualizó.