Sin embargo, ayer a media tarde la historia era otra. El retumbar de un bajo en la tarima colocada por el Municipio de San Juan anunciaba fiesta, y decenas de banderas ondeaban en carritos de vendedores en espera de los que, con el corazón inflado de orgullo patrio, recibirían a Oscar López Rivera. 

Cientos de personas, algunas con sillas de playa, llenaban la plaza. Aquí y allá los niños se entretenían pintando o jugando con equipos electrónicos mientras los adultos hablaban en grupos. Cada rincón estaba ocupado y el calor de la tarde y del momento colmó los bolsillos de los vendedores de agua, piraguas y cocos fríos. 

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Arrancaron los actos con música de bomba a cargo del grupo Ausuba, seguido por mensajes de bienvenida. De pronto estallaron aplausos y gritos: López había llegado. 

El exprisionero político llegó poco después de las 4:00 p.m. acompañado por un séquito de políticos, su abogada y el representante de la camara federal Luis Gutiérrez.

La gente estaba ansiosa por ver a López y lo pedían a gritos. Su hija Clarisa salió brevemente de la mano de su padre desatando la euforia.

“Mi papá se está disfrutando cada minuto, cada segundo. Gracias por esta bienvenida”, comentó mientras el hombre de 74 años la observaba en silencio. “Esta es la fiesta de Oscar para ustedes”, agregó entre aplausos. 

Los actos incluyeron reseñas sobre la niñez y lucha de López, con múltiples oradores defendiendo su honor patrio y destacando que nada podía empañar su legado. 

El representante del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Denis Márquez, estaba satisfecho con la actividad. “Estoy contento de que Oscar pueda estar por las calles, por las playas, como estuvo hoy y reafirmándose con la lluvia por la independencia puertorriqueña y por la descolonización”.

El joven Luis Pabón, de Río Piedras, estaba emocionado. “Yo conocí a Oscar por la cartas que le estaba escribiendo a su nieta. Conocí a un padre, un abuelo, que estuvo preso por circunstancias que eran políticas, no criminales. No lo hizo de mala fe”, consideró. 

Al caer la tarde, López dio un mensaje centrado en la unidad y demostró que está muy al tanto de la realidad del país. Se refirió a la Universidad, a la huelga de estudiantes y a la Junta de Supervisión Fiscal, a la que llamo “junta criminal”, lo que provocó una ovación de la gente que lo escuchaba.