Mientras crece el debate sobre el acceso restringido a algunos medicamentos y el reclamo para que se fiscalicen los intermediarios en los planes médicos, una mujer, madre de tres niñas y paciente de cáncer denunció que su plan médico le negó el medicamento que le recomendó su oncólogo.

Yadira Pellicier Mercucci, de 41 años, lleva una batalla sin cuartel contra la enfermedad desde que en el 2006 le extirparon parte de uno de sus senos como parte del tratamiento.

A pesar de que en ese entonces pudo erradicar las células dañinas, en el 2010 volvieron a aparecer afectándole un pulmón. Más adelante el cáncer comenzó a manifestarse en sus huesos.

Debido a que el tratamiento agresivo que necesita podía dañarle algunos órganos su médico le recomendó una medicina relativamente nueva en el mercado llamada Ibrance, que cuesta $7,000 al mes y que se desarrolló para ayudar a pacientes de cáncer para que tuvieran efectos menos severos en otras partes del cuerpo, según le explicó su médico.

“Es un tratamiento nuevo y yo me lo quiero dar. El mismo doctor me dijo tenemos alternativas y como los del plan médico son nuevos, no saben lo que están haciendo y todo me lo están denegando”, denunció.

“Y no es la primera vez. A veces iba a la farmacia con receta para los medicamentos para el dolor porque esto es otra cosa del cáncer, yo paso unos dolores horribles y en un momento solo me aprobaban Anaproxen, que es lo mismo en mi caso que tomar algo genérico, no me hace nada. Y así es para todo, Me piden estudios y papeles y certificaciones, me lo hacen bien cuesta arriba”, agregó.

Dijo que los administradores de su plan público, Molina Health Care, retrasan las aprobaciones de sus medicinas y están poniendo en riesgo su salud. No es hasta que forma un reperpero y le hacen pasar trámites excesivos y burocráticos que se los conceden.

Su desesperación la semana pasada fue tan grande que un grupo de amistades, muchos de ellos de su clase graduada, se movilizaron el fin de semana e inundaron los distintos semáforos de su pueblo Yauco para tratar de conseguir el dinero para pagar la medicina, lo que le tomó por sorpresa.

“Eso que ellos (el plan médico) están haciendo yo entiendo que es ilegal. Yo tengo un plan especial (para enfermedades catastróficas) y ellos no pueden estar negándome el tratamiento que me puede salvar la vida”, afirmó.

Yadira contó que además tuvo que trabajar con el susto inicial de sus hijas de 16, 14 y 13 años respectivamente.

“Cuando vieron que no lo aprobaron se asustaron. Ellas están acostumbradas a bregar con esto, han crecido con esto, la pequeña tenía 3 años la primera vez que me diagnosticaron y me decía: ‘pero mami, ¿vas a estar bien? ¿pero los huesos se te pueden romper?’ Tenía muchas preguntas. Y yo le decía: ‘no, porque vamos a conseguir los medicamentos’. La chiquita es la que más se afecta”, relató.

Sin embargo, Yadira dijo ser afortunada por el apoyo que recibe de sus amigos y su familia, mientras otras personas no tienen esos recursos ni de grupos que los ayuden ni suficiente voz para denunciar los malos tratos de las compañías de seguros.

“Yo siempre he sido una guerrera, no me quedo callada y he podido luchar con esto (el cáncer), pero hay gente que no sabe cómo quejarse y eso no se puede permitir”, enfatizó.

Si desea hacer una aportación para ayudar a Yadira, puede hacerlo a través de la cuente del Banco Popular # 077-573994.