Culebra. Agentes federales y policías estatales detonaron el viernes tres bombas en un sector adyacente a la concurrida playa Flamenco en esta isla municipio mientras los turistas y bañistas parecían ajenos al peligro de estos artefactos que dejó en el lugar la Marina de Guerra de Estados Unidos.

Muchos de los acampantes del balneario Flamenco desconocían el incidente que ocurrió el jueves en el que una niña de siete años resultó con quemaduras por un objeto incendiario que aparentemente obtuvo en el sector Cacao, aledaño a Flamenco.

Además de la niña, supuestamente oriental, un bombero de Culebra que intervino en el incidente resultó también con laceraciones.

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El gobernador Alejandro García Padilla lamentó el incidente de la niña y dijo que les exigirá acción a las autoridades federales.

“Es evidente que la limpieza no se ha cumplido con todo el rigor y urgencia que amerita. Es inaceptable que en la playa Flamenco en 2013 las fuerzas armadas no hayan eliminado el peligro que representa tener los terrenos contaminados de municiones sin explotar”, sentenció García Padilla.

En el inicio de vacaciones de Semana Santa ayer, muchos bañistas entraban a la zona restringida a pesar de que hay letreros que advierten del peligro de posibles municiones militares.

Primera Hora observó ayer cuando varios turistas entraban y salían por uno de los portones del área restringida al público.

El alcalde de Culebra, William Solís, dijo que, a raíz del incidente de la niña, pensaron que solo se trataba de un artefacto, pero, cuando la Policía, los bomberos y agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) inspeccionaron el sector Cacao, encontraron cinco objetos adicionales. “Ellos detonaron tres artefactos el viernes y acordonaron el área para que la gente no pase”, indicó el alcalde.

En el área, que está muy cerca a uno de los tanques militares que los turistas utilizan para fotografiarse y a algunas de las casetas para acampar, se colocó cinta amarilla con la alerta: “Bomberos trabajando en emergencia”.

El alcalde indicó que el área en la que encontraron los artefactos sin detonar pertenece todavía a la Marina. Dijo que esta semana el Cuerpo de Ingenieros y agentes del FBI harán monitoreos en el sector.

“Nosotros vamos a tomar cartas en el asunto. Vamos a poner una verja de seguridad para que los visitantes a playa Flamenco no sobrepasen el área, pero quiero añadir que eso le pertenece también a la Marina de Estados Unidos y que ellos tienen que ponerse a la disposición de nosotros para ver de qué forma podemos trabajar en conjunto y mejorar la seguridad en esa área”, sostuvo el alcalde popular. Solís alegó que el balneario no es administrado por el Municipio, sino por la Autoridad para la Conservación y Desarrollo de Culebra. “La Autoridad está dominada por empleados de la pasada administración y eso me ha impedido un poco tener acceso al balneario”, indicó.

En cuanto a la niña afectada por el artefacto que contenía fósforo blanco, que se utiliza para crear pantallas de humo en prácticas militares, el ejecutivo culebrense dijo que le informaron que los padres de la menor no quisieron recibir asistencia médica en la isla municipio y que aparentemente acudieron a servicio privado porque no aparecieron registrados en ningún hospital público del país.

“Nosotros llegamos el viernes y aquí nada se ha comentado”, dijo el estudiante de ingeniería Ariel Marrero, quien está acampando con un grupo de seis personas en el balneario, en el que ayer había más de 100 casetas y se esperaban más visitantes en esta Semana Santa, en la que mucha gente acostumbra a vacacionar en Culebra.

Benjamín Pérez Vega, quien fue uno de los líderes culebrenses en la lucha contra la Marina, recordó incidentes ocurridos en los años 30 y 40 con artefactos militares en la pequeña isla en los que murieron civiles.

Pérez sostuvo que el punto culminante fue en 1968 cuando empezaron a caer bombas cerca de las casas de campesinos y los marinos se embriagaban y creaban problemas en el pueblo.

“Ya el pueblo estaba prácticamente unido contra la Marina”, recordó Pérez, quien estuvo en prisión durante la lucha del pueblo culebrense y en su casa en Puerto de Palo conserva una granada que encontró un joven en la finca Las Delicias en los años 60. “La gente las cogía de souvenirs. Yo doné varias a museos”, dijo Pérez, quien además recordó que en 1946 en Culebra, como sucedió en Vieques con David Sanes, cayó una bomba sobre el puesto de observación, al norte de una montaña en Flamenco, que mató a nueve militares.