A raíz del fatal accidente aéreo en los Alpes franceses, el presidente de la Universidad Albizu, el doctor Ángel Collado Schwarz, recomendó a los dueños de las líneas aéreas locales a someter a sus pilotos a pruebas psicológicas de forma periódicas e, incluso, desde antes de contratarlos.

De hecho, Collado Schwarz puso a disposición de las líneas aéreas locales las Clínicas Albizu, como un “servicio público” del principal centro universitario de estudios especializados en salud mental en Puerto Rico.

La invitación se hizo a través de un comunicado de prensa y a raíz del accidente aéreo del Airbus A320 de la línea aérea alemana Germanwings ocurrido el martes pasado en los Alpes franceses. Según ha trascendido, la tragedia fue provocada por el copiloto, identificado como Andreas Lubitz, de 28 años y quien sufría problemas mentales.

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“La falta de salud mental es el principal problema en Puerto Rico. Se deben evitar tragedias proveyendo la ayuda necesaria de una manera preventiva y regularizada. No se debe, a su vez, estereotipar a la persona que busca ayuda y se somete al tratamiento necesario, evitando así el escalamiento de una situación problemática", indicó.

Destacó, además, que esta semana la Organización de las Naciones Unidas reiteró que los pilotos de aviones deben ser sometidos a chequeos psicológicos y físicos regulares. Sin embargo, hace tres años, en el 2012, la ONU había alertado de la poca atención que se presta a los aspectos psicológicos y chequeos médicos de los pilotos.

Asimismo, recordó que la última edición del Manuel de Medicina de Aviación Civil, editada en el 2012, y publicada por la Organización para la Aviación Civil Internacional (OACI), agencia de la Naciones Unidas, llama la atención sobre la necesidad de mejorar el seguimiento psicológico especialmente a los menores de 40 años cuando los trastornos de ansiedad y depresión son los más comunes.

El mencionado Manual de Medicina es preciso acerca de “una aparente discordancia entre la probabilidad de la existencia de patologías de importancia para la seguridad en vuelo (principalmente problemas mentales y de comportamiento) y los instrumentos usados para detectarlos”, relató.