Cerca de la costa del mar, con el retumbar del tambor y al ritmo de la bomba, las abejas han encontrado un refugio mágico.

La Cueva María de la Cruz en Loíza se ha convertido en el santuario de cerca de 38 colmenas que pudieran albergar aproximadamente 90 mil abejas cada una. Esto es una razón más para explotar la belleza histórica y natural de la zona.

Esta cueva de 164 pies de ancho, 82 pies de profundidad y 98 pies de altura, se encuentra en un área sumamente accesible, ya que está localizada en la PR#188 y su entrada queda contigua al Centro TAU (Fundación de Ricky Martin). Allí, rodeada de un hermoso parque recreativo, con zona de juegos para niños y espacio para ejercicio al aire libre, se alza imponente está obra maestra de la naturaleza.

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Este lugar escondía los secretos de la historia hasta que, en el 1948, el arqueólogo Ricardo Alegría descubrió los restos de los que fueron los primeros pobladores de nuestra tierra, los indios arcaicos, quienes también fueron los primeros pobladores de las Antillas.

“A veces escuchamos que los primeros pobladores fueron los indios taínos pero no, fueron los indios arcaicos y los rastros de los primeros pobladores de la Isla se encontraron en esta cueva. Los que se pudieron salvar, se encuentran en el Museo de la Universidad de Puerto Rico y esperamos algún día poder reclamarlos y exhibirlos aquí en Loíza”, explicó Luis M. Laureano, director del Desarrollo Turístico del Municipio.

A este valor histórico de la zona, hace unos años se le sumó el valor agrícola, ya que las abejas tomaron como refugio esta cueva y crearon sus colmenas en lo alto de la formación rocosa.

“Esta cueva es única porque no tiene murciélagos. Nunca había visto algo así ni en Puerto Rico ni en otros lugares. He trabajado con abejas desde joven y he viajado a Texas, Alabama, Missouri y nunca he visto que se dé ese fenómeno. Por esto se le llama un santuario, ya que es una protección natural que ellas encontraron”, expresó Hermes Conde, director de la Escuela de Apicultores del Este.

Al principio, para el año 1994, las abejas eran agresivas, pero con el pasar de los años fueron acoplándose y ya no representan ningún peligro. Actualmente con solo firmar un relevo de responsabilidad pueden entrar al área sin problema.

“Tratamos de proteger la cueva de los ruidos excesivos y los planes que tenemos con el grupo de Apicultores del Este, quienes nos han adoptado la cueva, es que el público pueda ver el proceso desde el inicio de la colmena hasta que obtengamos el producto final”, indicó Laureano.

Esta miel, al estar las abejas en la zona costera de Loíza, puede tener un sabor distintivo. “Lo interesante es que quizás tengamos una miel con trazos de sal, tal y como pasa con la miel que se produce en Vieques”, explicó Israel Morales, asesor de Comunicaciones del Municipio de Loíza.

Para comenzar con el proyecto de ambientar el santuario de las abejas, ya se están sembrando bromelias, árboles frutales y flores de melíferos, pues ayudan al proceso de polinización.

“Una abeja va más de 15 veces a una flor para completar el proceso de polinización y, mutar agua y polem”, explicó Conde, quien es apicultor e instructor en manejo de colmenas.

La Escuela de Apicultores del Este espera continuar desarrollando este santuario y poco a poco ir ubicando en la cueva 10 colmenas adiestradas. “Esperamos poner abejas europeas que son las más dósiles para que no les molesten a las personas y, a su vez, para que vayan socializando con las colmenas que están en la cueva y no peleen entre sí”, indicó Conde.

Próximamente, tras la entrada de la nueva administración de la alcaldesa Julia Nazario, se espera que el Parque Histórico Cueva María de la Cruz se convierta en una empresa público-privada y el fin es que se continúe explotando el valor de este regalo de la naturaleza.

Según Laureano, esta zona de Loíza, que resulta desconocida hasta para algunos residentes del municipio, cuenta con cualidades históricas y naturales que la convierten en un destino turístico de gran valor.

“A veces escuchamos que venimos de la mezcla de los españoles, indios y africanos y, fácilmente, esa mezcla pudo haberse dado aquí”, explicó el funcionario.

En el Parque Histórico Cueva María de la Cruz se imparten talleres de bomba y el área deportiva es utilizada por residentes y por el Club AL Runners de Loíza. Su horario es de lunes a viernes hasta las 7:00 p.m. y los domingos hasta las 4:00 p.m. Para más información pueden comunicarse al 787-886-5757.