El representante Gabriel Rodríguez Aguiló dice que el tema de la Ley 80, el estatuto que podría ser eliminado por el Gobierno tras un acuerdo entre la Junta de Supervisión Fiscal y el gobernador Ricardo Rosselló, lo afecta “personalmente”.

Pero aclara que no se trata de que a él lo hayan despedido injustamente, sino de que algunos allegados han sentido represalias sin justa causa en el empleo. Rodríguez Aguiló llegó a la Legislatura tras diversos trabajos en el sector privado, como en farmacéuticas y hospitales.

“Amigos y amigas muy cercanos”, dijo Rodríguez Aguiló sobre conocidos que dice fueron afectados por represalias y despidos injustificados en la empresa privada.

Es por esto que Rodríguez Aguiló es uno de los pocos representantes del Partido Nuevo Progresista (PNP) que ha reiterado una y otra vez que no votará a favor de eliminar la Ley 80. Dijo que las protecciones de este estatuto ayudan a proteger a personas que puedan ser despedido sin razón, y que además les provee un dinero que puede ser un salvavidas en momentos de estrechez, como acabar e perder un empleo, esto en la partida conocida como la mesada.

“Lo siento, es lo que yo vi en los escenarios de trabajo, con ese tipo de supervisor y gerente que se ensaña con un empleado, el que es malo es malo, peor hay empelados que por asuntos personales se ensaña y lo van a terminar botando sin ninguna justificación y va a terminar sin mesada y sin protección”, sostuvo el representante.

La posición de Rodríguez Aguiló resalta en momentos en que se habla de que más de 21 de los legisladores de mayoría que ya apoyan esta medida, cuando se necesitan 26 para que se apruebe en el cuerpo. El también portavoz del PNP en la Cámara de Representantes no negó ni confirmó supuestas presiones de alcaldes y llamadas desde Fortaleza buscando votos para la medida. En el Senado, el proyecto enfrenta el rechazo del presidente Thomas Rivera Schatz.

El representante dijo que las 2,000 páginas de estudios presentadas por la JSF no le harán cambiar su posición porque muchos de ellos no responden a la realidad puertorriqueña. Añadió también que más allá de su posición personal, siente que tiene el apoyo del pueblo porque en los diferentes lugares donde visita, como la gente ya lo reconoce, muchos ciudadanos le piden que se mantengan firme a favor de la Ley 80.