Residentes en el municipio de Comerío saqueaban ayer en la tarde el almacén del supermercado Econo para llevarse toda la mercancía posible, horas después del paso por Puerto Rico del huracán María.

Se trató de una escena digna de cualquier serie o película de zombis.

Hombres y mujeres atravesaban los obstáculos dejados en el suelo para poder llegar hasta el almacén ubicado en el centro urbano del mencionado municipio, arriesgándose de esta forma a tropezarse y caer al río La Plata, que más temprano se salió de su cauce y obligó a algunos a abandonar sus hogares.

Este medio observó a decenas de personas saliendo del almacén con paquetes de comida para mascotas y platos y vasos sanitarios, entre otros productos.

Una fuente indicó a este diario que la presión del agua destruyó la puerta del edificio, lo cual dejó expuesto el inventario del supermercado. Aunque allí se encontraba un guardia de seguridad, comentó la fuente, “no puede hacer nada, porque no se va a echar encima a ese montón de gente”.

Dicho supermercado es el principal suministro de víveres y artículos de primera necesidad de Comerío, por lo cual el robo de la mercancía dejaría desprovistos a sus residentes en medio de la devastación que dejó el fenómeno atmosférico.

Los efectos del sistema tropical que atravesó la Isla desde temprano en la mañana en las calles del citado municipio son palpables.

Además de la gran cantidad de vegetación, escombros, postes y cables eléctricos en el suelo, este medio observó estructuras como la muralla de cemento del Estadio Carlos Bonet completamente destruida.

En otras partes del pueblo, se pudo constatar el desprendimiento de terreno y letreros de negocios derribados.

Aunque de que el casco urbano se encontraba temprano en la noche en penumbras, las personas recorrían libremente sus calles, curioseando, esto a pesar de las fuertes lluvias y viento, que entran de forma esporádica en la zona.

De otro lado, se informó que en el refugio ubicado en la Escuela Superior Vocacional Antolín Santos, no contaban esta noche con generador eléctrico, servicio de agua, y se había terminado la comida.

“La gente si llegando aquí como si nada a quedarse y ya no hay comida, no hay luz, no hay agua, no hay planta. Horita se forma aquí”, comentó un miembro del personal que trabaja en el refugio y que pidió no ser identificado.

De hecho, este medio observó entrando al refugio a personas con mercancía sacada del supermercado Econo.