Ponce. Alegre, sonriente, respetuoso y solidario. Así era Alexander Santiago Martínez para sus allegados.

Ayer, familiares y amigos se despidieron durante las exequias fúnebres del emprendedor joven, que hace un año se convirtió en un héroe tras intervenir en una pelea en su escuela superior Bethsaida Velázquez.

En la Funeraria Señorial Memorial, intentaban asimilar su repentina partida y buscaban consuelo mientras se cuestionaban una y otra vez las razones de su deceso.

“Aunque no acepto todavía esta situación, sé que fue un privilegio parir un hijo como él”, comentó con emoción la madre del joven, Evette Martínez.

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La capilla estuvo adornada con flores y fotos que evidencian los momentos de alegría que vivió el estudiante de duodécimo grado.

Evette agradeció las muestras de apoyo y cariño hacia su hijo y su familia en estos momentos de dolor y aseguró sentirse orgullosa del legado dejado por el segundo de sus hijos.

Alexander -agregó Evette- tenía muchas metas y deseos de superarse en la vida.

“Lo voy a necesitar mucho y lo extrañaré”, expresó la mujer, que no se separó del féretro del joven.

Por su parte, Ada Quiñones, encargada del grupo de estudiantes de teatro de la escuela Bethsaida Velázquez, lamentó mucho la inesperada muerte del joven, a quien describió como un artista innato.

“Él nunca decía que no, le gustaba mucho el arte y lo hacía muy bien”, mencionó.

Indicó que Alexander siempre tenía una sonrisa para todos y tenía muchas ganas de vivir.

“Era demasiado bueno para este mundo”, añadió Quiñones.

Igualmente, su compañero de teatro, Jason García, comentó que compartió con el joven por cinco meses en los que pudo conocer lo alegre y talentoso que era.

“Le gustaba hacer reír a todos”, sostuvo García.

Por otro lado, la maestra Lilliam Reyes lo recordaba con nostalgia al decir que su partida dejó afectados a sus compañeros de clases, pero que al mismo tiempo los unió dejando huellas imborrables.

“Él era un ser humano bien especial, un gran compañero”, manifestó con voz entrecortada la educadora.

Para el maestro de historia Raymond Rollocks, la muerte de Alexander ha sido una pérdida muy grande.

El educador resaltó que el joven fue un estudiante destacado académicamente, muy activo en los eventos escolares y en las buenas causas.

“Durante el incidente de bullying él actuó cuando nadie pudo intervenir”, señaló el maestro.

El cuerpo de Alexander será cremado hoy.