“Los estudiantes llevan en sus hombros el peso de un país”.

La doctora Elithet Silva Martínez, catedrática de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, ha sido testigo de cómo más de un mes de huelga ha calado en el ánimo de los estudiantes, y cómo la pérdida de Gabriel Rivera Rivera, de 21 años, los lanzó en un espiral de desesperanza que apenas están procesando con ayuda de innumerables entidades dentro y fuera del recinto.

“Los sentimientos de ansiedad, incertidumbre y agotamiento emocional, mental y físico que han experimentado los jóvenes se han exacerbado y han estado en una preocupación extrema”, dijo Silva. “Sin embargo, el apoyo ha sido increíble; el CUSEP (Centro Universitario de Servicios y Estudios Psicológicos) ha estado allí constantemente, así como personal de la Línea PAS (Programa de Ayuda Sicosocial, del Departamento de Salud) y Comuna Caribe, entre otros”, enumeró la catedrática.

“En una situación económica, social y política muy difícil, en una coyuntura histórica dificilísima tanto para la familia como para la comunidad de la que son parte, y esto unido a la situación de austeridad de la universidad, han exacerbado la ansiedad”, explicó Silva. “Ayer una de las chicas decía: ‘yo no quiero renunciar a mis sueños, yo quiero devolverle a la universidad lo que me ha dado’, y eso me conmovió”.

Ante la pérdida de su compañero, “muchos se preguntaban si pudieron haber hecho algo. Eran sus pares, sus compañeros del día a día. Pero pienso que también hay mucha fortaleza y vieron esto como la gasolina para seguir luchando por su universidad”, comentó la catedrática