El Hospital Buen Samaritano de Aguadilla está en riesgo de colapsar.

Allí, de los 26 pacientes hospitalizados hay cuatro que están en ventilación mecánica y cinco de diálisis que también dependen de equipos especializados para vivir.

El director médico, el doctor Arturo Cedeño, dijo desesperado a este medio que “yo sí estoy en riesgo de colapsar. Ayer le enviamos un comunicado al señor gobernador (Ricardo Roselló); se lo enviamos al alcalde (de Aguadilla, Carlos Méndez); a las agencias de Manejo de Emergencias, que tenemos que cerrar temporalmente el hospital…”.

Lo que pretende Cedeño es alertar de la situación de emergencia que está enfrentando “a ver si se mueven”.

Mencionó que “la cisterna de 325,000 se está vaciando. Estamos consumiendo aproximadamente 10,000 galones. El gobierno, a través de la Oficina de Manejo de Emergencias estatal y municipal, lo que nos están consiguiendo son 2,000 y a veces 4,000 galones de agua al día y para nosotros eso es un problema grande porque estamos consumiendo más agua de la que entra”.

Adelantó que si se quedan sin agua también podrían enfrentar un problema de control de infecciones “en términos del lavado de manos y los baños…”.

“Otro problema es el sistema de aire acondicionado que también consume agua; que aunque me traigan la energía no puedo prender el aire porque no tengo una fuente de agua segura”, sostuvo al agregar que al hospital ha ido todo el mundo, pero a la hora de la verdad, no pasa nada.

“Aquí viene el secretario de Salud (Rafael Rodríguez), el secretario de la Gobernación (William Villafañe), la senadora Evelyn Vázquez. Nos prometieron que iban a conseguir el agua, que iban a conseguir la luz y a duras penas está llegando todo eso acá. Es muy triste que eso esté pasando”, confesó Cedeño.

El gobierno prometió que para antes del martes ya el hospital debería tener agua, porque lo van a conectar a la bomba del Río Culebrina en Moca “pero eso es una promesa y no sabemos si nos van a cumplir”, alertó.

Otro problema serio que enfrenta el hospital es que tienen un generador de 500 kilovatios y lleva 240 horas trabajando ininterrumpidamente.

“A esos equipos hay que darle mantenimiento. Yo tengo que apagar esa máquina para darle mantenimiento. El problema es que no he podido conseguir una planta alterna para conectarla y apagar la otra…”, indicó al aceptar que no puede cerrar la sala de emergencia porque es un hospital comunitario y siempre está llegando gente.

¿Esta emergencia ha provocado muertes en el hospital?

“Al momento hemos tenido muertes en el hospital, no te puedo decir cuántas porque todos los días el número de la morgue está cambiando.

¿Pero relacionadas a esta crisis?

"Hay muertes relacionadas a la crisis. Cuantificarte el número de muertes va a ser bien difícil porque el número está cambiando todo el tiempo. Aparte de eso, como hay problemas de transporte de combustible, la morgue del hospital la están utilizando para guardar los cadáveres de los asesinatos y las matanzas que han ocurrido en Aguadilla; porque Aguadilla se ha convertido en tierra de nadie. Por la noche, la ráfaga de tiros que tiran los residenciales aquí es una cosa increíble”, informó el galeno.

Hasta ayer, viernes, había tres cadáveres que debían ser traslados al Instituto de Ciencias Forenses y no se había podido por falta de transportación. Si la planta del hospital falla sería otro problema porque la nevera que los guarda quedaría inoperante.

“Ya mis recursos están finitos, mis suplidos que eran para dos semanas ya me los consumí todos. Apenas esta semana fue que pude conseguir alimento para el hospital y algunos suplidos. No hay sueros en Puerto Rico”, aceptó al indicar que urge de medicamentos como: sueros, antibióticos, insulina vacuna antitetánica, y atropina y epinefrina, utilizados para resucitación cardiopulmonar.

También hay escasez de bandejas de kit de sutura.

Precisamente hoy estaba en el aeropuerto Rafael Hernández de Aguadilla esperando un vuelo de voluntarios desde La Florida con algunos suplidos.

También, como pasa en casi toda la Isla, los problemas con las redes de comunicación dificulta todo. Y en su caso no tiene un teléfono satelital.

“Estamos tratando de estabilizar la sala de emergencias y buscando la manera de transferirlos (a los pacientes). Eso es lo más que podemos hacer ahora mismo”, indicó.

Este centro hospitalario lleva diez días apagado, por lo que es necesario limpiar los conductos del aire acondiconado y para eso hay que desalojar el hospital.

“Yo quisiera que tú fueras al hospital para que vieras el olor que tiene el hospital. Por eso hemos tenido que sacar el anuncio del cierre temporero del hospital… Ahora mismo tenemos un cierre parcial. La idea no es cerrarlo, es continuar dando los servicios en lo que nosotros podemos limpiar, pero sí está a punto de colapsar”, reiteró.

Por su parte, el director médico de Atlantis Healthcare, el nefrólogo Jaime DaSilva, narró el viacrucis diario para poder conseguir diésel y suplir a los centros de diálisis de Aguadilla e Isabela. También visita los centros de Lares y San Sebastián donde tampoco hay agua.

“Los de las rutas de diésel contratados por las compañías desaparecieron; no están en las carreteras. He visitado todos los lugares; el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), he hablado con la Coast Guard, he hablado con raimundo y todo el mundo, y como dice él (doctor Cedeño), prometen pero la realidad es que al final del día si se me apaga la planta se me mueren los pacientes”, sentenció al indicar que está hablando de alrededor de 400 pacientes de diálisis.