El Sindicato de Trabajadores de la Universidad de Puerto Rico argumentó ayer que no son responsables de actos de vandalismo ni de la paralización total a nivel administrativo y académico del recinto cayeyano durante el paro de labores registrado la semana pasada por empleados de mantenimiento y recursos físicos de la institución educativa.

“Les aseguro que los compañeros de Cayey no tuvieron ninguna participación en actos de vandalismo ni en la paralización de clases en el recinto”, dijo en una rueda de prensa el presidente del gremio, David Muñoz.

Señaló que los daños provocados a un ponchador fueron cometidos por dos “empleados (del sindicato pero) afines a la administración”.

El líder gremial presentó una declaración jurada de Carlos Madera Colón, firmada el pasado 4 de marzo, en la que indica que el director interino de Recurso Físico, Fernando La Torre, tenía conocimiento desde el 21 de febrero –días antes del paro– que el ponchador había sido dañado por ambos empleados. “No tomaron ninguna acción sobre el asunto”, indicó Muñoz durante una rueda de prensa.

El gremio solicitó la imposición de sanciones disciplinarias contra ambos empleados.

De otro lado, Muñoz señaló que el sindicato no provocó la “paralización total” de labores administrativas y académicas porque “fue la propia administración la que ordenó mantener cerrados todos los edificios e instalaciones del recinto”.

Argumentó que las “llaves de cada rincón del recinto están en manos de los supervisores de planta física... Si nosotros no teníamos las llaves ni cerramos los portones de la institución, no fue el sindicato el responsable de que no hubiese clases en Cayey”.

También indicó que otros dos alegados actos de vandalismo relacionados con una inundación y una cisterna vacía, no fueron cometidos por el gremio.

El miércoles y el jueves pasado el sindicato respondió con un paro de labores a la no renovación de 12 contratos del personal de mantenimiento y recursos físicos del recinto, compuesto por unos 115 trabajadores.

En reacción a las declaraciones del gremio, el rector interino del Recinto de Cayey, José Noel Caraballo, sostuvo que el “paro decretado por el Sindicato impidió el acceso al Recinto de Cayey y la afectó en su misión de proveer servicios académicos a los estudiantes”.

Sobre la declaración jurada, Caraballo dijo a Primera Hora que aún no tiene copia de esta y que tienen que investigar el asunto para determinar “cuál es la verdad, puede haber declaración jurada y no decir lo que es correcto”.

También alegó que empleados en un momento dado se llevaron las llaves para que no se pudieran abrir los portones.

Las clases se renovaron el pasado 28 de febrero.