Un temblor de magnitud 6.4 se registró pasada la medianoche del domingo al lunes.

Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, el movimiento ocurrió a las 12:01 a.m. a 57 kilómetros al norte de Hatillo.

El temblor, que duró aproximadamente 10 segundos, se sintió en varias zonas de la Isla.

Según el Servicio Nacional de Meteorología (SNM), no hay alerta de tsunami para Puerto Rico ni para las Isla Vírgenes. La agencia recomendó mantener la calma.

Usuarios lo sintieron 

Ciudadanos reportaron a través de las redes sociales haber sentido el movimiento telúrico en San Juan, Bayamón, Caguas, Vega Alta, Ponce, Mayagüez y Aguada, entre otros pueblos.

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En Rincón, una usuaria alertó que varias personas salieron en sus carros para abandonar la costa. No obstante, un aviso por altoparlante indicó que no había peligro de tsunami. Mientras, en el barrio Galateo en Toa Alta, otra lectora nos indicó que la gente se mantuvo tranquila en sus casas, sin salir ni hacer alborotos.

Muchos "sustos", pero todo en orden

En la zona de Vega Baja fueron muchos los residentes que llamaron a la Policía en busca de información sobre la posibilidad de un tsunami.  "Se recibieron muchas llamadas con la situación del temblor para ver si  había alguna alerta de tsunami, en especial residentes que viven cerca de la costa, del área del balneario", mencionó la agente Román, destacada en el cuartel municipal. "Pero todo está en calma", indicó. 

En Mayagüez, nadie ha llamado para querellarse por daños. Según el agente Rosa, de la Comandancia de dicho pueblo, "la gente llamó asustá porque sintieron el temblor, pero ni las alarmas de tsunami sonaron". Mientras, en la Comandancia de Bayamón tampoco se han recibido llamadas de emergencias debido al temblor.

¿Qué hacer antes y durante un terremoto?

Aunque resulta imposible predecir cuándo ocurrirá un terremoto, es importante preparar un plan familiar que incluya una mochila de seguridad e identifique una ruta de desalojo.

Durante un sismo, agáchese, cúbrase y sujétese. Quédese en una zona segura hasta que pase el peligro.