Cataño. La llegada del huracán María a Puerto Rico pronostica muchos daños, sin embargo, el valor de la solidaridad brilla entre los vecinos de la comunidad La Puntilla en Cataño, una de las áreas que se vislumbra sufrirá inundaciones tras el paso del poderoso fenómeno atmosférico.

En un apartamento de segundo piso, Crystal Ornedo albergará a una madre con sus tres hijas menores de edad y sus dos mascotas -un perro y una gata- a otra vecina con su pareja y sus seis perros; y a su pareja.

La casa de la madre y sus hijas es de madera y techo de zinc y las otras son de un primer piso. 

“Como la casa de ella es de madera y no quiero que le pase nada a las nenas… le dije que se viniera para mi casa que está más asegurá… Ella no tiene dónde irse”, compartió Crystal a Primera Hora mientras ayudaba a Solimar Oquendo, junto a su pareja Kevin Monroig, a colocar paneles en la entrada de su casa, ubicada en la calle San Antonio.

Tanto Kevin como Solimar son los otros vecinos que la acompañarán a pasar el temporal.

“Serían como ocho personas en el apartamento. Tenemos nevera con hielo, con leche, jugo, galleta pa’ los nenes… Somos vecinos para ayudarnos unos a los otros”, expuso Crystal.

Kevin Monroig junto a Crystal Ornedo Jimenez trabajan con una bolsa plática para tapar las ventanas. (TERESA.CANINO@GFRMEDIA.COM)
Kevin Monroig junto a Crystal Ornedo Jimenez trabajan con una bolsa plática para tapar las ventanas. (TERESA.CANINO@GFRMEDIA.COM)

Pero a pesar de la solidaridad, Crystal está preocupada.

“Estoy un poquito nerviosa, asustada”, confesó.

No es para menos.

El huracán Hugo fue categoría cuatro y el agua le llegó a Kevin hasta la cintura, dijo el hombre. María es categoría cinco.

“La mente la estoy tratando de mantener ocupada… Aquí el agua subió bastante como unos cuatro pies para Hugo y si este huracán viene como se perfila a mí lo que más me preocuparía es por dónde salga el ojo. Mientras más cercano el ojo salga de aquí, más va a subir la marea”, dijo Kevin.