Al menos medio centenar de educadores entregaron sus cartas de renuncia esta semana al Departamento de Educación (DE), según datos constatados por las portavoces de la Asociación y la Federación de Maestros, organizaciones que han orientado a sus miembros sobre el escenario laboral que podrían encontrar lejos de la Isla.

“En nuestro caso, no los apoyamos para que se vayan, pero son decisiones individuales.  Sí, los orientamos respecto a lo que se pueden encontrar porque muchos se van desconociendo los procesos, por ejemplo, de certificación. Otros se van con la idea de ser maestros, y terminan como ayudantes”, dijo Aida Díaz,  presidenta de la Asociación de Maestros de Puerto Rico (AMPR)

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Agregó que tan reciente como el viernes tuvo una reunión con decenas de maestros que tomaron la decisión de abandonar el sistema educativo para buscar oportunidades en otros lugares.

“Como las clases en Estados Unidos comienzan en septiembre, prácticamente los están llamando esta semana… Por eso es que están yendo a renunciar en estos días”, expresó.

La presidenta de la Federación de Maestros, Mercedes Martínez, también ha estado en constante comunicación con maestros que recién dimitieron a sus cargos.  

“La presión en el magisterio es bien fuerte y las condiciones de trabajo también están generando presiones a los maestros. Por ejemplo, se envío una carta circular que exige a los maestros que tienen que hacer trabajos de planificación por cada materia. En ese caso, los maestros de kinder a tercer que dan varias materias tienen que hacer varios trabajos de planificación. Y ese es un trabajo al que se le dedica tiempo fuera de horas laborables. Este es el tipo de estresor que causa que muchos maestros renuncien, sumado al bajo salario y las condiciones paupérrimas a las que nos tienen sometidos. Y aquí ves las consecuencias. Algunos están optando por irse del país”, dijo Martínez.

El Instituto de Estadísticas de Puerto Rico estimó que de 1,227 a 4,043 maestros emigraron de Puerto Rico a Estados Unidos en 2014. La entidad aclaró en el Perfil del Migrante 2014 que “estos maestros no necesariamente estaban trabajando en una escuela pública administrada por el Departamento de Educación de Puerto Rico antes de emigrar a los Estados Unidos”.

La institución no tiene disponible cifras sobre la emigración de maestros en 2015.

“Con dolor en el alma”

Entre las maestras que tuvo que tomar la “difícil” decisión de abandonar la Isla para “buscar mejores oportunidades” figura Patricia Umpierre, quien tras 14 años como educadora de inglés en escuela elemental fue reclutada en una escuela en Virginia.

Relató que su transición fue motivada por la situación económica que agobia a muchos en el país. En su caso, es madre soltera de dos adolescentes y con el salario que tenía en el DE -que no alcanzaba los $30,000- vivía al centavo.

“Me tuve que ir con dolor en el alma. Y te lo digo llorando porque amo a mi Isla. Pero tuve que tomar la decisión por mi bienestar y el de mis hijos. En Puerto Rico estuve años sin un aumento sustancial. Realmente me ganaba poco para todo el trabajo que tenía”, expresó quien recogió sus bártulos hace un año cuando laboraba en la escuela elemental John F. Kennedy de Toa Baja.

Dijo que como todo cambio al principio fue retante la adaptación. Pero, poco a poco se acopló a su nuevo ambiente laboral, que describe como “genial y bien estructurado”. 

“Tengo todos los recursos para poder dar clases y eso es importante. En la escuela donde yo estaba en Puerto Rico llevábamos tres años sin impresora… ¿Puedes creerlo?”, expresó quien imparte clases de matemáticas y ciencias en la Washington Mill Elementary School.

En términos económicos, el cambio también ha sido un aliciente pues, según cuenta, ahora devenga el doble del salario que ganaba con el DE. 

“Por primera vez en mi vida tengo ahorros”, dijo quien añora regresar a Puerto Rico. “Pero como veo las cosas será cuando me retire…Ahora, realmente, no es el momento de mirar atrás”, acotó.

Baja la matrícula 

Rafael Román, secretario de Educación, aseguró que ayer abrieron 1,296 planteles, a los que llegaron unos 360,000 estudiantes y casi 29,000 empleados entre maestros, trabajadores sociales, conserjes y otro personal. 

En entrevista en la Escuela de la Comunidad Especializada en Deportes del Albergue Olímpico, en Salinas, Román dijo  a Primera Hora que “este año proyectamos que hayan 370,000 estudiantes, pero durante agosto hay quienes se matriculan hasta el día 28”. Eso explicaría los 10,000 menos que  llegaron ayer a las aulas.

En cuanto a docentes, “hay 28,970 maestros y eso incluye trabajadores sociales, consejeros y personal de apoyo a la docencia; todavía no tenemos los números exactos de cuántos llegaron”.

Sobre la jubilación o licencias para maestros, “tenemos casi 700, hasta la semana pasada. Todos los días se piden licencias por enfermedad, funerales o una licencia sin sueldo porque de momento tienen que salir del país”, explicó Román. 

“Por la naturaleza de ser educadores, a veces reciben ofertas de otras instituciones educativas y piden licencia”, agregó.

¿Cuántos alumnos han emigrado?

“El año pasado hubo cerca de 13,000 estudiantes menos, y de estos unos 7,000 fueron por traslado a Estados Unidos, de todos los grados. Más del 50% no volvieron a escuela pública porque se fueron a vivir fuera del país y el resto respondía a que se movieron a instituciones privadas, programas de adultos o programas alternativos para terminar los estudios”.

¿Eso ha significado un cierre de escuelas?

“Son muchos elementos, más allá del descenso de matrícula. En todas las escuelas hay emigración, o se van a otra institución, o al proyecto CASA, así que decir que una escuela cerró por emigración no  lo puedo decir”.

¿Se van los chavos federales?

“Al haber menos estudiantes y escuelas, hay menos ingresos, según reconoció el secretario. “Se ve afectado en la medida en que el cálculo de fondos federales que se reciben, sobre todo de Título I, depende de la matrícula”, señaló. 

“Por ejemplo, si una escuela tiene 300 estudiantes este año en agosto y el año que viene tiene 250, pues en el próximo año escolar se hace una reducción de presupuesto federal por esos 50 estudiantes que se dejó de recibir”, concluyó.