Coamo.  Se conocieron hace cinco años en un supermercado en Massachusetts y fue amor a primera vista. Desde entonces, han estado juntas.

Ayer, en el Tribunal Municipal de Coamo, Vivian Fuentes, de 59 años y Tania Blanchard, de 41, unieron sus vidas en una ceremonia civil, demostrando que cuando se ama se lucha.

Ambas lucieron sus mejores galas y aunque estaban nerviosas antes de ser llamadas, luego la pareja  se relajó y celebró con alegría el enlace por el que esperaron por cinco años.

“Esperábamos este momento porque queríamos hacerlo en Puerto Rico y lo logramos”, comentó Vivian.

Esta sostuvo que siempre tuvieron el deseo de casarse y que esperaban con paciencia hasta que fuera oficialmente permitido en la Isla. Dijo que también llegaron a considerar viajar a Estados Unidos, pero que esta era su última opción.

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Al preguntársele a Vivian qué le atrajo de Tania, esta comentó que “es muy especial y hermosa”. A su vez Tania, quien es enfermera de profesión, mencionó que Vivian es bien decente, que nunca le faltó el respeto y que su caballerosidad la enamoró.

Vivian dijo que tan pronto puso el anuncio de su casamiento en Facebook amigos y familiares lo organizaron todo rápidamente.

“Esto no lo hacemos por un simple papel, abrimos la puerta para que otros no tengan miedo”, sostuvo Vivian.

Asimismo, señaló que a pesar del gran paso que ha dado la comunidad gay, todavía falta mucho para romper el  prejuicio. “Rezo todos los días para que llegue el día en que todos seamos tratados con igualdad”, añadió al exhortar a otras personas a que si están seguros de quiénes son y lo que quieren, que den el paso.

La pareja tuvo como testigos a sus amigas Carmen Santiago y Nilda Aponte.

En el casamiento estuvieron amigos y familiares e intercambiaron sus anillos frente al juez Erick Colón Colón.

El magistrado les recordó que conserven siempre los tres conceptos más importantes para un matrimonio: respeto, amor y fidelidad, a los que también le añadió la paciencia, la confianza y la buena comunicación.

“Que nada ni nadie turbe esta felicidad”, expresó el juez antes de declararlas legalmente esposas.

Igualmente les deseó que disfruten la dicha de amar y dar, juntas.

Una vez casadas se les preguntó qué les depara el futuro y Vivian sin reparos respondió “seguir siendo felices”.

Apoyo incondicional

 Para José Fuentes, hermano mayor de Vivian, estar presente en su boda era muy importante porque conocía de los deseos de su hermana.

Expresó que está orgulloso del logro de Vivian y de toda la comunidad gay en Puerto Rico. “Si ella es feliz yo soy feliz”, aseguró.

Ivonne Lorenzi, vecina de la pareja y una de las organizadoras, dijo  que “ellas deseaban mucho este momento y nos movimos para ayudarlas y hacerlo realidad”.

Tras la boda, la pareja dio un  paseo por el pueblo y luego  compartieron una cena junto a varios allegados. Estas tienen pautada una fiesta más formal el próximo 15 de agosto.