Las personas que no pueden estar lejos de su smartphone y revisan de forma constante el nivel de energía de la batería o la conectividad móvil, pueden estar bajo un cuadro de ansiedad y miedo irracional.

En el mundo anglosajón se acuñó el término nomofobia para este tipo de situaciones, una expresión que combina las palabras "no mobile" (sin teléfono).

Según Antonio Egidio Nardi, psiquiatra del instituto brasileño Delete, las personas diagnosticadas con el cuadro más típico de dependencia al smartphone presentan en común las siguientes características:

-Tienen más de una batería y un cargador.

-Si su dispositivo no suena, se llaman a sí mismos para "ver" si el aparato está funcionando.

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-Si nadie les manda mensajes o si no les contestan los que envía, empiezan a sentirse desamparados, angustiados, y envían más mensajes.

Mariana Alves, paciente del Instituto Delete, cuenta cómo logró controlar el uso irracional del teléfono.

"En mi casa, mi madre me llamaba la atención y dejaba el celular, o intentaba ver una película entera sin mirar la pantalla del smartphone. Además desconectaba el Wi-Fi para no pasarme mirando mensajes, y todo eso me fue ayudando", afirma.

Aunque en Brasil la nomofobia es todavía un tema relativamente nuevo, en países como Corea del Sur, Japón o China ya consideran esa dependencia un problema de salud pública que se trata en centros de rehabilitación.

Con información de La Nación / GDA