El papa lamentó el domingo las últimas muertes de migrantes en naufragios e instó a las naciones a actuar con rapidez para evitar más tragedias. 

En su tradicional aparición dominical ante los fieles en la Plaza de San Pedro, Francisco expresó su pesar por los recientes decesos en el Mar Mediterráneo y dijo que tenía tanto a las víctimas como a sus seres queridos en sus oraciones. 

El pontífice hizo un llamamiento a "la comunidad internacional para actuar con decisión y rapidez para que no se repitan tragedias similares” y apuntó que la “seguridad, el respeto a los derechos y la dignidad de todos deben estar garantizados”. 

El número de migrantes que llegaron a Italia este año es bastante menor en comparación con el mismo periodo de 2017, pero funcionarios de Naciones Unidas que trabajan con refugiados señalaron que los últimos cruces en el Mediterráneo han sido más letales. 

Ante la negativa del nuevo gobierno populista de Italia y de Malta a permitir el atraque de buques de rescate de ONGs, los migrantes rescatados recientemente pasaron varios días varados en el mar.