El titular de la comisión de bioética del Vaticano defendió el sábado la decisión de incorporar a un teólogo moral anglicano que ha dicho que se podría condonar el aborto hasta la 18va semana de gestación. 

Monseñor Vincenzo Paglia se pronunció sobre las críticas de los comentaristas conservadores la incorporación de Nigel Biggar, profesor de la Universidad de Oxford, a la Academia Pontificia de la Vida. 

Biggar, un destacado especialista en ética, dijo en 2011 que el aborto sería permisible antes de la 18va semana, ya que es “aproximadamente el momento más temprano en que aparecen indicios de actividad cerebral y por lo tanto de conciencia”. 

La Iglesia católica sostiene que la vida comienza con la concepción y debe ser defendida hasta la muerte natural. 

En entrevista con el periódico italiano La Stampa, Paglia ratificó la oposición inconmovible de la Iglesia al aborto. Dijo que Biggar fue recomendado por el puesto por el arzobispo de Canterbury, nunca ha escrito sobre el tema y no participará en debates sobre el aborto como miembro de la academia. 

Biggar, por su parte, confirmó en un correo electrónico a The Associated Press que la oficina de Paglia le pidió que aclarase su posición cuando se inició la polémica. Dijo que le envió al Vaticano copias de sus escasas observaciones sobre el aborto en los últimos 30 años. 

“El aborto es un asunto moral muy importante y, creo, muy difícil. Pero aunque tengo algunas posiciones incidentales, no es un tema sobre el que haya publicado algo sustancial”, dijo en el correo. “En cambio, he escrito mucho sobre la eutanasia voluntaria y el suicidio asistido, he hablado sobre esto en el Reino Unido, Irlanda, Francia y Canadá y he sido un opositor consecuente a su legalización. En esos dos asuntos, mis conclusiones coinciden con las de la Iglesia católica romana”. 

La Academia Pontificia de la Vida es la junta asesora del Vaticano en bioética, fundada en 1994 por el entonces papa Juan Pablo II para promover el magisterio católico sobre la defensa de la vida. Bajo Juan Pablo y su sucesor Benedicto XVI, la academia tuvo una tendencia muy conservadora en materia de moral sexual, y algunos de sus miembros intransigentes solían levantar polvareda al criticar lo que consideraban el incumplimiento del magisterio eclesial. 

Francisco anunció los miembros nuevos de la academia días atrás, y excluyó a algunos de los miembros más francos.