Es lo normal: picas una cebolla para preparar una salsa o condimentar una comida y, sin motivo aparente, empiezas a llorar como si no hubiese mañana. ¿Por qué pasa esto? Según el sitio en Facebook "Pictoline", todo es culpa de un gas de la misma cebolla.

En un cartel y citando información de la revista científica "Scientific American", Pictoline explicó que al cortar una cebolla se rompen varias de sus paredes celulares, lo que permite la liberación de diversos compuestos, entre ellos el sulfóxido de tiopropanal.

El editor de "Scientific American", Ferris Jabr, precisó que el gas sulfóxido de tiopropanal es un agente lacrimógeno. Funciona de la misma forma en que lo hacen los gases antidisturbios, pero de una forma más moderada.

"Pictoline" alcanza que de llegar este gas a los ojos, estos órganos activan las glándulas lagrimales para protegerse de cualquier posible irritación. El resultado, como es evidente, es romper en llanto.

EL DATO
Existen diversos secretos caseros para evitar llorar mientras se corta una cebolla -algunos más efecitvos que el otro: utilizar un cuchillo muy filoso, congelar la cebolla por 15 minutos, cortarla debajo de agua, hacerlo cerca de agua muy caliente, entre otros.